Deseos
Para el año que está a punto de empezar deseo que me ofrezcan un trabajo en latinoamérica (con mi inglés no puedo ir a muchos otros sitios), bien remunerado y que me guste. Deseo vivir experiencias nuevas, conocer diferentes maneras de comprender la vida y escribirlas en este blog. Deseo encontrar una mujer con la que pasar el resto de mi vida. Deseo regresar a casa un par de veces al año y que me haga ilusión reencontrarme con familia y amigos.
Ya sé que lo típico es querer dejar de fumar, pero es que yo no fumo.

A buen entendedor pocas palabras bastan
“En mi familia se suele decir que quien conoce bien los refranes no puede ser tan mala persona”. Venga, de donde he sacado esta frase.... vale, os daré una pista, es de una película.... qué no tienes ni idea?... no levanta nadie la mano?? Vale, os lo voy a decir, es de Amelie, esa chica francesa tan dulce que consigue enamorar a cualquier hombre por más duro que sea (o se haga). Ya sé que la frase no la decía ella, pero podría.
Hoy no os quería hablar de Amelie sino de refranes. Estoy muy de acuerdo en que una persona que sepa refranes no puede ser mala. Estos son la quinta esencia de la sabiduría popular, del conocimiento imperecedero que pasa de generación en generación. Siempre he pensado así, y me reafirmé en mi opinión cuando una vez discutí acerca de ello con una de las peores personas que he conocido jamás, cuya única afición consistía en amargarse su vida y la de los demás. Ella decía que tener que echar mano de refranes denotaba falta de inteligencia e incapacidad a la hora de expresarse. Pues vale. Para mí significa justamente lo contrarío: Capacidad para resumir una situación o un hecho con una única frase, fácilmente comprensible y que encima rima. Toma ya.
No quiero decir que las personas que utilicen refranes sean más o menos inteligentes que las que no lo hacen, dios me libre, pero como dicen en Amelie, si que denota cierta bondad. Los que no me conocéis estaréis pensando que yo seguro que tiro muy a menudo de este recurso. Pues no, la verdad es que no conozco gran cantidad de refranes pero, por si esto apoya mi teoría, tampoco estoy muy seguro de ser una buena persona.

Razzmatazz Vs. Cualquier otro sitio
Mis amigos me consideran un plasta por que, entre otros motivos, siempre quiero ir al mismo lugar de marcha, la sala Razzmatazz de Barcelona (antigua Zeleste). Uno va teniendo una edad y prefiere apostar a caballo ganador, si es que Bisbal y compañía queman mucho. Como nunca me dejan explicar tranquilamente, aprovecharé ahora que no me pueden interrumpir para aclarar esta fijación por dicho local.
Aunque no los ordenamos de la misma manera, los motivos de elección de la discoteca son los mismos para casi todo el mundo, así que voy a exponerlos uno a uno; no os asustéis, sólo son 3.

Música: Para mí este es el primer motivo de elección, pero debo ser la única persona del mundo con este “extraño” criterio. Ya que no voy a ligar, como mínimo pasármelo bien escuchando lo que para mí es buena música, que es justamente lo que ponen en Razzmatazz. Nada de triunfitos, solo música independiente del estilo que sea.

Ambiente: Es importante no sentirse como una pez exótico en el local. Que la edad y las preferencias generales de los asistentes no sean totalmente opuestas a las tuyas. En Razz la gente es totalmente ecléctica y liberal, así que cualquiera es bienvenido, pero cuanto más friki mejor.

Sexo opuesto: Vaya, en nuestro caso son la cantidad de chicas de buen ver con las que nos pasaremos la noche pensando “joder, si se acercarse a hablarme sería increíble”. Ya he dicho antes que no ligo (no es ninguna religión, sino un castigo impuesto por algún dios graciosillo), así que para mí tan solo es un factor de decoración, aunque el más importante. En Razzmatazz hay muchas y muy frikis, que son como a mí me gustan, con carácter y personalidad propia. En que otro lugar encontrarás popis (camisa, corbata y calentadores) y castigadoras (látex) juntas.

Dicha sala reúne para mí todas las características deseables de una discoteca y, lo que es más importante, no hay ninguna otra sala en Barcelona ni alrededores que lo pueda afirmar. Por todo ello mi primera elección para salir de marcha siempre será la misma.

Post Post: Solamente me falta decir a los señores de Razzmatazz que se pueden poner en contacto conmigo por mail y que un jamón o un par de vales de temporada serán suficiente agradecimiento.

Gracias por dejarme colaborar
Hace un par o tres de meses se puso en contacto conmigo Andrés Lewin, cantautor argentino afincado en Madrid, para que colaborase con él en una idea que había tenido. El fruto de esta colaboración, con 19 personas más, nació ayer bajo forma de libro virtual. “Las mil reencarnaciones de Andrés Lewin” es un libro en pdf que recoge 20 composiciones escritas por otras tantas personas con el único objetivo de escribir y colaborar con Andrés. Lo podéis descargar directamente desde aquí.
Como no, mi historia/biografía es un cuento. Cada vez me gusta más leer y escribir cuentos. Creo que es de los formatos más mágicos, que dejan mucha libertad al escritor y atrapan de una extraña forma al lector.
Por si alguien está interesado, que sepáis que estoy totalmente abierto a cualquier tipo de colaboración (escrita, se entiende). Me hizo mucha ilusión que Andrés me lo pidiese en su momento, y me lo hará si alguien más tiene algún otro sueño en el que pueda colaborar.

No me comes nada
-Qué tal? Le ha gustado la comida?
-grrgr (gruñido)
-Bien, siempre es un placer atenderle. No me negará un detalle de la casa, un pequeño bombón de exquisito chocolate belga.
-No.
-Cómo, no le apetece rematar esta espléndida comida con un delicioso postre?
-No.
-Pero hombre, estoy seguro de que aún le queda un rinconcito...
-grrggrr
-No se apure, yo mismo le saco el papelito. Le apartaré este trozo de pollo de la barbilla, y allí va. No me dirá que no es rico!

Mientras el comensal empieza a tragar unos extraños sonidos emergen de su voluminoso vientre. Cual engranaje atascado la barriga rechina y se mueve espasmódicamente. El camarero salta detrás de un sofá y sucede lo previsible, la barriga del comensal revienta salpicando todo el restaurante con vísceras y comida no digerida.
Moraleja: Vigilad con los turrones y los Ferrero Rocher que los carga el diablo.

Adaptación libre de “The Monty Python’s Meaning of Life”.

Felices… felices!
Sé que no soy el único que odia las navidades, que le revienta la necesidad de ser más feliz que nunca, de gastar y de comer hasta no poder más. De hecho, conozco algún lector/a que odia incluso más que yo este “sentimiento navideño”, y ya casi resulta oldfashion (alguien conoce una palabra menos cursi?) decir que no disfrutas de estas fechas. En cualquier caso, y sin ánimo de ofender, quiero desearos a todos que disfrutéis de unas buenas navidades/vacaciones, que hagáis lo que más os guste y que no gastéis más de lo necesario. Aprovecho también para desearos que el año que viene sea igual o mejor que este que terminamos en breve. Que cada uno consiga lo que se proponga y que peregrinéis diariamente hasta el altar de este vuestro humilde orador.
Que me coja vacaciones hasta el 7 o que escriba este post no significa que haga fiesta de nuncanada, tengo muchas cosas que decir y pienso dar el callo durante toda la navidad. Es solo que quería quedar bien y ser educado.

Osea, tren
El sábado pasado me subí a un tren repleto de gente que se dirigía a Barcelona de compras igual que yo. Encontré un sitio libre y cuando hice el gesto de sentarme mis vecinas apartaron las chaquetas. Sin queja. Me puse mis auriculares y entonces levanté la vista. Mis compañeras de viaje, dos hijas y su madre, lucían gafas de sol caras, ropas a lo francés (grandes franjas blancas, azules y rojas), logotipos cual valla en medio de la calle y moreno de ski. Mi instinto de cazador me advirtió allí tenía comida para varios posts, pero me pareció demasiado descarado sacar la libretita, así que me limité a apagar la música disimuladamente y ha abrir bien las orejas. Aquí os dejo algunas joyas de las que allí se desprendieron,

-Madre: No hay perchas en el tren?
-Hija1: No! (con una risita)
-M: Pues vaya. Ya podrían poner perchas y de paso un cenicero.
-H2: Pero si no se puede fumar!
-M: Bueno, pero unas perchas si que tendrían que poner (mirando al tren como con asco).

-H1: (Niñata de 15 años) Tírame el chicle (sacándolo de la boca).
-M: Así? No tienes un papelito?
-H1: No, da igual.
-M: A ti si, pero a la persona que lo limpie no.
-H1: Y a mí que? En el cole también nos dicen siempre lo mismo “Qué lo hacéis esto en casa?” Pues no, pero es que esto no es mi casa.

-M: Te tienes que cortar las uñas, que las llevas muy largas.
-H1: No quiero, a mí me gustan así. Me las quiero dejar un poco más largas.
-M: De eso nada, no ves que no queda bien?
-H1: Pero a mí me gustan y no me las voy a cortar. Tu no me mandas, a ella si (señalando su hermana), pero a mí no.
-M: (Mira para otra parte como pensando, “hay, estas criaturitas”).

Al salir del tren crucé miradas cómplices con otros vecinos. Seguro que ellos estaban igual de atentos que yo.
Reconozco que me lo pasé bien, pero a esa niñata le metía dos ostias y la encerraba un año a limpiar letrinas, para que aprenda lo que es la vida (y me cuente que diablos son unas letrinas).

Cena de navidad
A las seis salimos puntualmente para tomarnos unas cervecitas los que vivimos lejos del curro y no nos da tiempo a ir a casa. A las 8:30 cogemos los coches y enfilamos el hotel donde se celebra la cena de navidad de la empresa. Al llegar nos meten en una sala con picoteo y bebercio gratis. Hay mucha, muchísima gente para un espacio tan reducido. Terminamos las bebidas en el hall.
Cuando representa que ya estamos todos, unos 170 según los organizadores (12 según la policía), nos vamos al comedor. Me siento con algunos compañeros de la división en una mesa para diez. Una de las sillas tiene el cartelito de reservada, y poco después llega uno de los directivos diciendo que le toca a él. Es joven, rico y su apellido coincide con el del propietario, pero los allegados dicen que no es de la familia. Los rumores hablan de un posible hijo bastardo. Primero, segundo y postres aceptables. Nada del otro mundo.
Cuando empiezan con los cafés sale al escenario el presidente y hace un discursito. Advierte que le tocará hablar a cada uno de los nuevos y yo me hago muy pequeñito. Van anunciando el nombre de cada pringao y mi corazón está a punto del infarto. Gritan el mío, salgo, doy la mano al presidente y digo nosequé. Me vuelvo a la silla y me calmo. Ya ha pasado todo.
Al rato empiezan a sortear maletas de viaje con lote de productos dentro. Me toca una y esta vez me cuesta mucho menos subir al escenario para recogerla. Pesa como un muerto pero disimulo para salvar la poca dignidad que me queda.
Finalmente abren la barra libre y empieza la musiquita. Un campeón se coge su maleta y después de hacer de taxista regresa a casa totalmente reventado.

Post Post: Dícese de “post telegrama” aquel que por la cantidad de información y la pereza de escribirla se reduce a un montón de frases inconexas de lectura poco agradable.

Correspondencias mal entendidas
No sé por que los vendedores insisten en aplicar sus propias reglas de conversión. Que no señores, de verdad les digo que no es así.

1 € no son 100 ptas
5 € no son 500 ptas
10 € no son 1.000 ptas
20 € no son 2.000 ptas

Claro que igual soy yo que lo he entendido mal. Puede ser.

Por qué no me puede salir nada bien?
Hace tan solo dos posts, en los comentarios, lo dije. Dije que si, tal como me advirtieron, me daba problemas el móvil nuevo, haría un post que empezase con un “Por qué no me puede salir nada bien?”. Pues aquí estamos.
El T610 de amarras en menos de una semana ya ha empezado a joder. El altavoz a veces funciona y a veces no. Fantástico. Genial. Increíble. Ahora mismo llego de la tienda, donde me han dicho que lo envían a la casa de los señores (debe ser un matrimonio) Sony-Ericsson y que cuando sepan algo me llaman. Fecha aproximada hasta volver a tener móvil nuevo: Entre 15 y 20 días. Fijo que serán 25.
No os preocupéis, yo no lo hago. Durante toda mi vida llevo manteniendo una relación frustración-odio con cualquier aparato que consuma baterías, gasolina o se enchufe a la corriente. Tal es así que ya casi ni me cabreo. Lo acepto con resignación, simulo un poco de enfado en la tienda para conseguir un trato favorable y me espero resignado. Como me den más problemas de los habituales pienso empezar una campaña contra las dos marcas que se van a cagar, pero de momento toca esperar y aguantar las bromas de los amigos.

Claro, claro
“Si yo te entiendo, pero...”, “si yo estuviese en tu lugar haría exactamente lo mismo, lo que pasa es que...”, “si me parece bien, pero...”, basta! Estoy harto de la gente que utiliza estas expresiones. Parece que sean muy empáticos y se pongan en tu piel cuando en realidad te están diciendo que no tienes razón. Habrá que joderse, si tengo razón la tengo y basta, y si no la tengo (según tú) no hace falta que des tantos rodeos, me lo dices y punto. Total, me voy a cabrear igualmente.

Alo!
Me he comprado un teléfono móvil. Hará cosa de un par de semanas me llegó una carta de los rojos diciéndome que en un mes me caducaban los puntos, que o los usaba o los perdía. Al principio pensé que los utilizaría para conseguir algo, pero no quería gastar. Finalmente, por si alguien lo dudaba, me he gastado unos 120€ y he adquirido un Sony Ericsson T610 con cámara y todo. Si es que la vena consumista está más presente que nunca en estas fechas.
El teléfono está de puta madre y calculo que un par de años ya conoceré todas sus posibilidades. De momento pierdo el tiempo con las cosas básicas y haciendo tropecientas fotos que ni guardo ni nada. Es pequeño, parece fácil y tira fotos; genial.
Aprovecho esta tribuna para hacer una consultilla a los geeks que nos visitan: En la caja hay dos “cosas” que no tengo ni idea de que son y en las instrucciones no lo explica. La primera es una pieza pequeñita dentro de una bolsa etiquetada como “Mirror Plug”. La segunda es una pieza negra abierta por la mitad con una tela en esta apertura; parece un trasto para sujetar el teléfono al cinturón, pero no lo es.

Hijos de un dios menor
Me enfrento a uno de los posts más difíciles de escribir desde que se fundó nuncanada. El reto consiste en explicar lo que quiero sin parecer un hijo de puta. Por si a caso no lo consigo, ya aclaro ahora que no soy un cabrón desconsiderado, que no quiero faltar a nadie y que mi intención no es herir sentimientos. Vamos allá.
En el trabajo hay una persona sorda. Aunque no depende de mí, si que trabajamos bastante juntos. Cuando entré en la empresa y me la presentaron sentí curiosidad por como sería el día a día, y también orgullo por incorporarme a una empresa que no pone barreras a nadie (miradme a mí, no les importó que fuese medio gorky). La ilusión que sentía ante tal novedad fue decayendo con el tiempo y las dificultades. Lee los labios bastante bien, así que el problema no es que ella no entienda lo que le digo, sino que es exactamente lo contrario, que yo la entienda. Madre mía, cada conversación parece un gag de Faemino y Cansado. Ella se expresa con las manos, de forma parecida a como lo haríamos en un país extranjero con un idioma que no conociésemos, pero insiste en “hablar” no sé muy bien por que. Como nunca ha escuchado, no tiene sentido del volumen y sus ruidos no tienen nada que ver con los que estamos acostumbrados. Salvando las distancias, guarda cierto parecido con Chewbaca. Me produce una sensación muy extraña el escucharla.
A parte de este detalle, ella es una chica bastante normal que intenta sacar el máximo provecho de su handicap. Trabaja poco y se queja bastante. Bueno, no voy a ser yo el que la juzgue.
Como curiosidad para todos aquellos que se lo han preguntado alguna vez: Los sordos si pueden conducir.

Animal!
Este fin de semana estuve con los amigos de toda la vida en una masía cerca de Berga donde celebramos un par de aniversarios. Al grupo habitual se le añadieron dos personas y media que, por decirlo de alguna manera, eran nuevas. Hicimos lo habitual: comer, reír, beber y dormir. Todo funcionó mejor de lo previsto y el tiempo que estuvimos allí fue una inversión en paz y relajación. No hay queja; pero si novedad. Sin duda la novedad la aportó esa “media” persona que hace un par de líneas te estás preguntando de que hablaba.
Se llama Taka y no es japonesa (aunque un buen amigo conoce a un chico que se llama igual y si proviene del imperio del sol). Es una perra de raza indefinida, 8 años humanos, una energía envidiable y una inteligencia pasmosa. Aunque hace todos los trucos habituales (sentarse, dar las patas, rodar, quedarse quieta...), lo realmente sorprendente es como te viene a buscar para jugar. Lo hace con una delicadeza y una educación tal que casi da corte no tirar del Sr Floppy que sujeta con los dientes. En todo el fin de semana no hubo un ladrido ni un gruñido de más, como mínimo por parte de la perra. Admirable su educación, como admirable es el trabajo que ha realizado su amo, Albert, con ella. Ha aceptado una responsabilidad considerable que ha superado con creces.

Post-post: Aprovecho para dar el pésame a los familiares del malogrado conejo Mr. Floppy. Su cruel muerte (decapitado) nos deja a todos con el corazón en un puño. El grupo se compromete a esparcir su interior de pelusa blanca por campos de zanahorias de peluche. Rogamos un oración por el fallecido.

Sigue tú, compañero
-Arnau, no sé si voy a poder con este último crepe.
-Claro que sí, no digas tonterías.
-No es ninguna tontería. Me duele la tripa y me siento cansado. Temo morir ...
-No digas eso!
-Sí, soy consciente de mi estado. No sé que va a pasar.
-Dani, empezamos esto juntos y lo terminaremos juntos. No sé cuantos crepes hemos comido ya, pero te puedo asegurar que no nos rendiremos ahora que nos queda sólo uno, aunque sea el de Nutella.
-Si pasase algo quiero que continúes adelante. No desistas por mí. Tienes fuerzas para terminarte el tuyo y lo que quede del mío. Debes conseguirlo. Hazlo por los dos.
-Lo conseguiremos juntos, puedes estar seguro.

Burbujas pintadas de oro
Primero nos comunican quien o quienes serán las estrellas protagonistas en acciones de relaciones públicas, que tienen su coste. Después se gastan una pasta en reservar tiempo publicitario a (casi) la misma hora en (casi) todas las cadenas. Para que nos hagamos una idea:

Agencia de Publicidad + Producción + Estrellas + RRPP + Medios = Mucho dinero

Todo esto en si no es malo. Si sus directivos deciden que la notoriedad que aporta todo este tinglado recompensa la inversión realizada, entonces adelante. Es innegable que consiguen una repercusión mediática increíble. Para mí el tema es otro: No podrían hacer lo mismo con un buen anuncio? Por qué leches su creatividad es tan mala, casi inexistente? Imaginaos como se triplicaría el efecto si cuando vieses el anuncio no dijeras “pues vaya mierda”. No es que estén tirando su dinero, pero le podrían sacar muchísimo más rendimiento.

Elegí un mal día para dejar las drogas
Una de aquellas mañanas en las que la cama parece que no te quiere desatar. Te arrastras al baño, te afeitas casi sin abrir los ojos y dejas que la ducha calentita te recuerde quien eres y por que no estás durmiendo. Al poco entra alguien (tu padre) y suelta:
-Hoy no podrás coger el coche para ir a la oficina?
-Qué?
-La puerta del parking está atascada y no hay manera de abrirla. Lo he probado con el vecino del ático pero no se puede, está fuera de guías.
-Qué?
-Te tendrás que buscar la vida por que mi coche está averiado y yo tendré que ir en tren.
-Qué?
-Igual puedes coger un taxi.
-Qué?
Sales de la ducha con el turbo puesto. En menos de 10 minutos te has vestido, bajado al parking y ensuciado las manos sin conseguir nada, has llamado al taxi y esperas en la puerta. Llegas sin más problemas al curro pero con 20 Euros menos; prefieres no hacer números.
Reunión estratégica toda la mañana. Llevas un mes y todavía no te enteras de nada, así que te callas como viéndolas pasar. Una sonrisilla cuando alguien diga algo gracioso y después levantas la ceja como el Tilk de Stargate para hacer ver que te enteras de mucho y que tu cerebro trabaja al 150%. Después de comer visita al almacén a ver unas máquinas recién llegadas de China. Mucho frío y las manos sucias. Se pasan 5 minutos paseando alrededor de una máquina y tú no sabes que decir. Adivinas que un: “Esto va a pilas?” sería una broma que debes evitar.
A las 5 tienes otra reunión pero se retrasa por culpa del jefe. A las 6 menos 10 te llama. La persona que vive cerca y estaba dispuesta a acercarte se pira, lógicamente, cuando ve que el tema se alargará. Sales del curro a las 8 y un compañero te acerca a la estación de tren de Provença. Llegas a las 9:15 a casa, cenas, escribes en tu blog (donde no puedes contestasr unos comentarios por que el servicio no está operativo) y te vas a dormir.
Vaya, quién no ha tenido un día como este alguna vez?

A la mierda el Fotogramas!
Tras toda una vida de visitar regularmente el cine, ver películas en casa, leer revistas especializadas y estar abierto a films comerciales o independientes, he llegado a una conclusión: no tengo ni puta idea de cine. Intuyo que alguno de vosotros ya había llegado hasta aquí él solo pero quizás la educación os había obligado a no compartir este sentimiento. Ahora que sabéis que no es solo cosa vuestra ya os podréis desfogar a placer conmigo.
La mano que generosamente me ha quitado el velo de mi ignorancia no es otra que la película Zatoichi. Cuando la presentaron y dijeron que había ganado el premio al mejor director (Takeshi Kitano) en el festival de Venecia me entraron aún más ganas de verla. Al salir estaba tan desilusionado que en la papeleta oficial le di un 1, imaginaos.
Este fin de semana me entero que la película ha ganado el premio grande de Sitges y, lo que es más sorprendente, el premio especial del público (habrán contado mi voto?). Son tantas las cosas que no me gustaron del film que no voy a entrar en detalles, sencillamente, no lo entiendo.

Links
Como tenía que añadir un par de links a la página he aprovechado para hacer un poco de reestructuración en este apartado. Resumen:

Caen: Por más que diga Bull, parece claro que el Zulu no va a resucitar, así que lo he eliminado. También la página de Enric, por que estoy harto que la gente piense que soy yo.

Se quedan: JJ (Atalaya) y Stee, que ahora ya tiene su propio blog en catalán, lo digo para todos aquellos que me sorprendéis con arrebatos independentistas.

Suben:
-CONTRAcorriente: El amigo Tyler se ha decidido a crear su propio Blog que esperemos no abandone en un par de semanas. Tiempo para escribir en el curro seguro que le sobra.
-Diario de un Feo: No me resisto a poner el link a esta página donde encontraréis los posts más creativos de la blogesfera.
-Microsiervos: Ya la conocéis todos, pero por si hay algún despistado añado el link de este sitio que asegura información interesante para geeks y freaks en general.
-Siempretodo: Que quede claro que esta página no la escribo yo; la hace un colega con tiempo libre y un espíritu crítico que seguro degustaremos en sus posts. En catalán.
-Zom: Muchos de vosotros me la aconsejasteis. Al principio he de reconocer que no le encontraba nada especial, pero ahora la visito casi a diario.

Ya habréis apreciado que me he cargado dos páginas “normales” y he añadido unos cuantos blogs. Cualquier seudo analista de esta mundillo se podrá quedar a gusto acusándome de endogámico, y con razón!

Mis compañeros de comedor y otros animales (III)
Lo prometido es deuda así que, mal le pese a alguno, hoy vamos a finalizar nuestra colección de fauna de comedor.
Como ya anuncié, en esta ocasión vamos a hablar brevemente del resto de mesas. Para hacerlo más fácil y comprensible simularemos que el comedor es una colmena formada por distintos tipos de abejas (un poco distintas a las que conocemos, eso si). Cada especialización de la raza tiene sus propias características particulares. Los individuos no se relacionan apenas con los que no son de su propia estirpe, y es por ese motivo que siempre se encontrarán en mesas separadas.
-Obreras: En su mayoría chicos jóvenes que visten de mono azul y se mueven por los almacenes montados en un toro. Lo más sorprendente y envidiable es la cantidad de comida que llegan a injerir. Tortillas, pasta y pan no faltan nunca.
-Ejecutivas: Más silenciosos y discretos que el resto. En su mayoría utilizan/mos gafas. Siempre tienen alguna lectura en la mesa, claro que el Hola o el Sport no son de gran aporte intelectual. Mucha comida precocinada.
-Reinas: Si, habéis oído bien, en esta ocasión hay más de una; para ser exactos hay 4. Una familia entera formada por padre, madre, hijo e hija tiene su propia mesa y el comedor es parte de su territorio de dominio, que se extiende a toda la empresa. Son enchufados, como no, y no hay quien les sople. Valor no les falta, sobretodo a los hijos, por que yo me moriría de vergüenza comiendo con la familia cada día delante del resto de la empresa, que no puede evitar meterse con ellos. El chico tiene un A3 y va de sobradísimo, así que no me da pena alguna.

Colin McRae
Ayer estuve a punto de pegarme mi primera ostia con el coche. Estaba yo saliendo de la autopista, en el carril de desaceleración, cuando un Lancia decidió que debía salir por allí mismo a pesar de que ya hacía bastantes metros que no podía. Dio la puta casualidad de que en ese preciso instante yo estaba tocando nosequé de la radio (subiendo el volumen, me parece), así que cuando levanté la vista me encontré con un coche a 8 metros mío que circulaba la mitad de rápido. Fue en esa décima de segundo posterior al contacto visual cuando el Need for Speed que llevo en las venas me hizo agarrar fuerte el volante, frenar y girar a la derecha hasta meterme en el arcén. Le pasé por la derecha y, obviamente, la pitada fue sonora.
Conclusiones:
-El próximo coche llevará mando de control de la radio en el volante.
-El poco tiempo que he dedicado a los juegos de coches ha sido una inversión en salud y dinero.

Mis compañeros de comedor y otros animales (II)
Hoy continuamos esta colección de fauna de comedor con un fascículo más dedicado a los especimenes con los que comparto mesa. Mañana pasaremos al análisis de las islas vecinas. Especimenes:
Palomo cojo: Varón de treinta y pocos. Alto, delgado, con un estrabismo innegable y una nariz cual colibrí. Actividad principal: callar y comer. Llegues a la hora que llegues el tío ya está en su sitio comiendo y cuando tu te sientes él ya estará enfilando la puerta. Se sospecha que tiene voz, pero aún no se ha comprobado; lo de “cojo” también está por confirmar.
Diablo de Tasmania: Bajo, de espaldas anchas y poco cabello. Se quita la corbata antes de bajar al comedor. Actividad principal: Comer rápidamente su sopita (esto no falla) y el segundo plato. En 15 minutos llega, se calienta la comida, come, friega sus platos y se va. Obviamente ni lee, ni habla, ni nada; no tiene tiempo. El quipo de zoólogos que realiza este estudio está investigando por que demonios tiene tanta prisa.

El resto de individuos son igualmente particulares pero no les dedicaremos más de dos líneas:
1)El oso perezoso que siempre llega tarde y se mueve lentamente. 2)El hombre nutria albino con sus grandes dientes y sus ojos saltones. De Barna y del Madrid, increíble.

Mis compañeros de comedor y otros animales (I)
Como ya sabréis muchos de vosotros cada día almuerzo en el comedor del trabajo junto con otros compañeros. Mucha gente tampoco somos, unos 20 aproximadamente, depende del día. De dos a tres del mediodía, esa habitación junto al almacén se convierte en una torre de Babel social, donde gentes de diferentes clases sociales se reúnen para hacer una de las pocas cosas que tienen en común, comer. Juntos pero no revueltos, eso si, cada estrato social o laboral tiene su propia mesa. No es que me guste ni me deje de gustar, es lo que hay.
Hoy hablaremos de la gente con la que comparto mesa. Bueno, básicamente de dos “especimenes” que no tienen desperdicio. A saber: la Cotorra común y el Australopithecus de oficina. Características:
Cotorra común: Hembra de treinta y muchos. Cabellera rojo pote. Gasas y transparencias totalmente innecesarias. Actividad principal: hablar mucho y muy alto sobre cualquier cosa, centrándose en temas de la empresa como el lote de navidad o la ropa que se va a poner en la cena de empresa. Lectura durante la comida: Hola, Lecturas, 10 Minutos y revistas de este estilo que, a parte de informar, permiten sacar temas importantes para discutir con los compañeros de trabajo.
Australopithecus de oficina: Varón de treinta años que, como su nombre indica, representa el paso último entre el mono y el hombre. Risa de animal, mirada de buena gente y mandíbula gigante. En ocasiones luce una camiseta blanca ceñida que deja a la vista sus medallones de oro. Actividad principal: comer afanosamente platos a los que no para de encontrar huesecillos que deja a un lado (dios que grima!). Lectura: Siempre el Mundo Deportivo. Revisa minuciosamente la sección de fútbol para ver que dicen del partido que vio ayer, y después lee por encima el resto. Solo se le ha visto conversar sobre deportes, aunque en una ocasión tuvo que expresar su opinión sobre la lotería de empresa a petición de la Cotorra.