Everwood Vs. Doctor en Alaska
Cosas en común:
-Las dos van de un médico de ciudad que viaja a un pueblo rural perdido en la nada y describen esencialmente el choque cultural entre los dos tipos de vida.
-Ambas contienen dosis de surrealismo.
-La televisión estatal se empeña en colocarlas en horario de madrugada.

Cosas diferentes:
-Doctor en Alaska era genialmente histriónica y alocada, sin pretensiones moralistas y con mucho humor.
-Everwood es normal. Bien, correcta, pasable, pero nada más.

Si me dieran a elegir no lo dudaría ni un segundo, me voy a vivir a Cecily.

The mammas and the fracas
Ya hace bastantes años que vengo diciendo que soy un fracas, no por elección, claro, sino por que el mundo me ha hecho así (como decía aquella cancioncilla). Durante todo este tiempo he sido ignorado y objeto de burlas por decir que no tenia buena suerte, pero por fin empieza a ser ya una cosa aceptada y considerada como verdad. Y no es que me guste que me señalen con un dedo diciendo “mira el fracas ese”, pero no sabéis lo que me tranquiliza tener la certeza de que no es sólo cosa mía, que la gente realmente ve la lucha que mantengo a diario (ahora igual he exagerado un poquitin) contra los elementos.
Siendo totalmente sincero os diré que hay una cosa que me consuela más que ser un fracas socialmente aceptado, y es el hecho de conocer a otra persona que todavía lo es más. Increíble pero cierto. Es un tío de la empresa al que la semana pasada le pusieron un ordenador nuevo de trinca y una pantallita plana de tropecientas pulgadas. Dicho aquí no parece gran cosa, pero debéis tener en cuenta que el concepto “tecnología punta” se da de ostias con la filosofía de la empresa. Pues después de soportar críticas y burlas propias de la envidia de sus “compañeros” de oficina, ahora se lo han quitado. Se ve que lo instalaron a la persona que no debían, que no le tocaba a él. Juas. Y resulta que me lo han instalado a mí. Juas, juas.
Perdonadme que me ría de la desgracia ajena, es que no estoy acostumbrado a que me pasen cosas de estas.
En cualquier caso no creo que disfrute del equipo durante mucho tiempo, fijo que me echan en un mes.... fracas....

Post Post. El título de este post es el nombre con el que un amigo ha bautizado al grupo (musical) que estamos gestando. Muy bueno Alex!

Ya tenemos una edad
Como ya dijo el gran Chandler en Friends (sin duda el mejor personaje de la serie), “la edad de las personas se puede medir por la cantidad de ruido que emite al sentarte”. Y sentarse ya es muy optimista, por que en realidad lo que hacemos es tirarnos sobre el sofá a la vez que soltamos un sonoro suspiro como el que emite un pedrolari al soltar el peso de su espalda. Sin duda amigo, si tu también eres del club de los gruñidos eres uno de los míos, y recuerda, la edad es un estado mental, así que efectivamente puede ser un viejo quejica a los 27 años.
En cualquier caso, he descubierto otra forma de medir la edad psicológica (desengañémonos, todo está en la cabeza). Esta escala se basa en la cantidad de dolores que padeces debido a factores totalmente externos a ti. Por ejemplo, si eres como yo y este fin de semana has notado las piernas cansadísimas por culpa de las lluvia, anótate un punto para tu edad. Hay muchos otros factores de este tipo tales como la humedad, el mal tiempo... bueno, ahora mismo no se me ocurren más, pero seguro que captáis la idea.
En resumen, que cuanto más mayores nos hacemos más vulnerables somos a cosas a las que nunca antes habíamos prestado atención.

Día del orgullo cinematográfico
Este fin de semana TV3 emitió una de mis películas favoritas: El Halcón de Hudson (“Hudson Hawk” 1991). Es de esas pocas que si me tropiezo con ella en televisión no puedo dejar de verla, y mira que me la sé de memoria.
Reconocer mi fascinación por esta rareza resulta duro. Quizás no lo sabéis, pero esta peli está considerada una de las peores de la historia, y no como las de Ed Wood que son tan malas que se convierten en obras de arte, no, de esta los críticos son unánimes en su opinión: Mala hasta decir basta.
Vale, puedo aceptar que sea un poco infantil y poco realista, pero y todo lo que tiene en su favor: Bruce Willis en su mejor papel apoyado por secundarios de la talla de Danny Aiello, Andie MacDowell, James Coburn o David Caruso (en un papel que nada tiene que ver con el actual poli de CSI). La banda sonora es increíblemente buena. El montaje y la manera como se tropiezan las escenas una encima de otra no da descanso al espectador. El argumento salpicado de toques surrealistas no tiene desperdicio. Destaco dos escenas: El robo a ritmo de swing, y a la MacDowell imitando a un delfín para simular estar narcotizada.
Que si, que uno debe ser valiente y decir con la cabeza bien alta: Me encanta “The Hudson Hawk”.

Iluminados por los focos
Antena 3 ya ha estrenado su gran esperanza para esta temporada televisiva, el programa este del Castillo de las Mentes Prodigiosas.
Madre mía. Reconozco que el otro día, perdido como estaba en el zapping de cada noche, paré algunos momentos (más de los que voy a confesar) en esta Parada de los Monstruos del siglo XXI. La curiosidad me arrastra a senderos que el hombre jamás debería pisar.
Principales actores del programa: Un castillo de cartón pluma fabricado en el plató de Operación Triunfo. Una presentadora de espacios rollo: “Si estás engañando a tu pareja con alguno de sus familiares llámanos, estamos buscando gente como tú para el próximo programa”. Autodenominados videntes venidos de todas partes y sin reputación alguna. Y finalmente un jurado formato por odiosos personajes como el Apeles ese. Vaya, lo mejor de lo mejor.
En el primer programa cada mago/brujo/visionario/timador debía de hacer un conjuro. Me imagino que terminaron a las mil por que sólo vi a un par y no fueron precisamente rápidos. Un auténtico aburrimiento. El resultado ha sido una audiencia bajísima que me hace pronosticar una corta y poco intensa duración en la parrilla televisiva.
Desde aquí insto a Antena 3 a que empiece a preparar una secuela con todos los responsables de programación de la cadena. Esos si que tienen unas Mentes Prodigiosas!

Master Card
Tatuaje de un dragón que ocupa toda la espalda: 1.200 €
20 Hojas de papel impresas por una cara: 1,5 €
Taladradora 4 agujeros para diferentes formatos de papel: 12 €

Partirse de risa viendo al tipo duro de la empresa pelearse con la taladradora hasta terminar tirándola al suelo y dándole de ostias: No tiene precio.

Aprovechando las clases de inglés
“Unedible” significa incomible. Es un término muy útil para usar en los restaurantes españoles donde se quiera desfogar uno sin correr el peligro de que le rompan la cara.
La palabra “Naïve” en inglés se usa para describir a la persona ingenua, crédula o simple. Tiene un matiz siempre despectivo. En Francia (lugar de origen del vocablo) se usó para designar un estilo pictórico caracterizado por la sencillez de fondo y forma, y cuando se usa para describir a una persona raramente tiene carácter negativo. En español es emplea el término casi exclusivamente en su vertiente artística.
Conclusión de todo ello: La de gilipolleces que puede decir uno armado con dos diccionarios y unos apuntes indescifrables.

El mundo es un pañuelo
Topicazo al canto, toma ya. Pero es que es verdad, para muestra un botón:
Resulta que la segunda persona portuguesa que conozco en mi vida laboral hizo el master en la misma clase y el mismo año que yo. Vaya, que fuimos compañeros de clase y alguna vez habíamos charlado. Un amigo intentó hacer algo más que hablar, pero eso ya es otra historia.
La primera vez que hablé con ella por teléfono me sonó su voz, pero como no la podía ver no fui capaz de identificar su cara. El otro día me vino a la cabeza de que me sonaba su cara, cogí el anuario del master y resulta que encima aparece en la misma página que yo (2 personas por página). Es o no es casualidad?
Ahora que nadie busque los tres pies al gato. Nuestra relación no es espacialmente idónea, más bien el contrario. Ella está en Portugal, mercado del que nuestra división está abandonando poco a poco todo interés, y tengo la orden de perder el mínimo de tiempo con ellos. El problema es que también son los más pesados, y las luchas para intentar pasar sus llamadas sin responder son interminables. “Diles que estoy reunido”, “es que ahora mismo no puedo”, “pásale con tal”… imaginaos el puteo (justificado) que llevan. En realidad es culpa de ellos. No se dan cuenta de que están a punto de perder su queso.

Instrucciones para dar cuerda a un reloj
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj. Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se te rompa. Te regalan su marca y la seguridad de que es una marca mejor que las otras. Te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

“Instrucciones para dar cuerda a un reloj”
Restos de un incendio
Migala

Alienados
El otro día estaba yo poniendo mi fantástico tupper casi hermético en el microondas del comedor del curro cuando me pareció escuchar algo familiar, como un rumor que hubiese escuchado toda mi vida. Me giro pensando “no puede ser” y resultó que si era, nos habían colocado un televisor en el comedor. Nada del otro mundo, uno de aproximadamente 16 pulgadas colgado de la pared del fondo.
En principio parece una buena noticia. Pasar de tener algo a no tenerlo acostumbra a ser bueno a menos que se trate de un resfriado, pero a mi no me gusta nada. Es que antes podíamos hablar o leer tranquilamente el periódico, y ahora sin saber como te acabas girando la silla y todo para poder estar atento a las noticias. Y eso por no hablar de la polémica que genera el mando. Suerte que en el grupo tenemos al basto de la empresa, un tipo (ya hablé de él hace tiempo) mitad hombre mitad mono que al llegar coger el mando y pone los deportes del Plus le pique a quien le pique. Me están machacando tanto con los putos deporte que ahora ya entiendo algo y todo. Por cierto, sabíais que el Barça quiere fichar a un tal Anelka que se ve que es muy bueno con el Fifa International Soccer?

Coño que si duele!
Hablar no podré, pero para lo que es escribir no tengo ningún problema, así que del post diario no os libraréis tan fácilmente.
La cantidad de tensión a la que se somete el ser humano al visitar el dentista no puede ser buena para el organismo. En serio, tanto nerviosismo aprisionado seguro que debe atacar el estómago o algo así. Como ya dije el cuerpo se empieza a preparar desde que te dan la cita, llegando a limites insospechados de histeria en el momento de pisar la consulta. Primero la espera de rigor y la lectura de revistas dignas de una hemeroteca. Después la primera ronda de anestesias y otra vez a esperar mirando el techo. En este punto intentamos relajarnos e incluso hacer ver que nos quedamos dormidos para parecer unos cracks y unos sobraos. Desengañaos, los dentistas saben perfectamente que estamos atacados de los nervios.
Después llegan los profesionales, también llamados hombres-pulpo, y empiezan a meterte manos y herramientas en la boca. Estoy convencido que se pican entre ellos para ver cuantas cosas llegan a meter allí dentro; “pues el mío tenía tres manos y 4 trastos y no se podía ni quejar!”. Y es entonces cuando viene lo inevitable. Ves como se acerca el instrumento de tortura del diablo y empiezas a escuchar el famoso ññññiiiiiiiiiiii....ññiiiiiiiiiiii. Que sería de una visita al dentista sin el puto taladro? Un sueño. En mi caso cuando llega este momento he de pedir dos rondas de anestésico más ya que de pequeño se ve que me pasó como a Obélix y me he vuelto inmune. Después de esto ya casi no me entero de nada más.
Me despierto delante de una recepcionista vestida de blanco que, con una gran sonrisa, extiende hacía mí una factura que me recuerda que la sesión de tortura me ha salido por un ojo de la cara.

Levante la mano si duele. Tanto duele?
Mañana tengo dentista. Sólo de pensarlo se me erizan los pelos de la nuca. Dios que miedo!
Mi relación con esta noble profesión de gente que pone los dedos en las bocas ajenas viene de hace muchos, muchísimos años. Cuando era un crío les dijeron a mis padres que tenía el paladar muy pequeño (mira tú que cosas de decir) y que tenían que agrandarlo para que pudiese respirar mejor. Suena surrealista, lo sé, pero así es mi vida. El resultado de tal suscripción facultativa fueron nada más y nada menos que tres años de ortodoncia. Casi na! Tres años de visitar una vez al mes a un hombrecito que mientras te apretaba sádicamente los hierros de la boca se le cerraba, por sorpresa, su ojo izquierdo debido a algo así como una parálisis facial de todo ese lado de la cara. Lo paradójico es que tal tortura no me dejase nunca secuelas de gran importancia.
Durante este periodo de mi vida (que pareció una vida en si mismo), jamás tuve mucho miedo del dentista. Casi siempre era una visita rápida y poco dolorosa, el dolor aparecía unas horas más tarde en casa cuando la tensión empezaba a hacer efecto en mis maltrechos dientes. Es más, incluso alardeaba ante los compañeros del cole de no tener miedo al dentista. Ironías de la vida, ahora me pongo a temblar tan solo de pensar que me tiene que poner la anestesia. Desconozco que ha pasado en mi vida para haber cambiado la valentía más inocente por el miedo más infantil, diría que alguna mañana mi cerebro decidió que la cobardía era un rasgo que me sentaba mejor, y el solito se encargó de modificar los circuitos internos.
Y ahora aquí me tenéis. Sin poder dejar de pensar en que mañana me toca dentista y encima es algo tan chungo que muy probablemente tendremos que hacerlo en dos sesiones. Genial. Imaginaos si me tiene acojonado el tío que ya ni doy importancia a la pasta que me va a cobrar!

No son yo
Conoceréis al auténtico Kurgan cuando os diga que era el malo de la primera parte (la única buena) de la saga de Los Inmortales. Era el tipo que le hacía la vida imposible a Christopher Lambert, el que se cargaba a todo bicho viviente para conseguir ser el único y quedarse el premio, fuese el que fuese. Al final pierde pero bueno, ya se sabe que en las pelis americanas siempre ganan los buenos.
Yo conozco de cerca a otros Kurgans. Un par de ellos han sido unos déspotas vampiros Brujah, y un tercero un mercenario medioelfo. Todos ellos tienen en común el hecho de no haber existido nunca, de no ser más que marionetas en historias de rol controladas por mí. No es lo único que les une. Todos ellos son seres independientes y autosuficientes. Saben lo que quieren y van a por ello sin importarles en lo más mínimo la opinión del resto. Hacen lo que les da la gana.
No es por azar que mis personajes de rol sean siempre tan parecidos. Evidentemente. En ellos se refleja todo lo que yo quisiera ser y nunca seré. Son ellos los que no piden permiso ni perdón. Los que no se dejan pisotear y caminan con la cabeza bien alta.
Son mi válvula de escape, más barata que un psicólogo y casi tan efectiva como este depreblog.
En cualquier caso no debéis temerme. Sé que no soy Kurgan ni Nuncanada. Sé que tengo otro nombre y una vida anodina que acepto resignado. De momento no tengo pensado comprarme una katana ni pelarme como el de Final Fantasy ese. De momento.

Esperanza?
No puedo evitar sentir cierta esperanza al ver los resultados de las elecciones, ya era hora de abrir una puerta a las políticas sociales de izquierdas. Ya sabéis que desconfío por sistema de los políticos, pero es que me parece que cualquiera lo puede hacer mejor que los peperos. En las condiciones en las que estamos cualquier cambio representa una mejora.
De todas maneras mi alegría por la derrota del PP (más que por la victoria del Psoe) se ve empañada por las imágenes del pasado jueves. Siempre había pensado que las cosas me afectaban más bien poco, pero he descubierto que algunas de ellas traspasan mi caparazón como agujas afiladas. Me sorprendo lo poco que me conozco.

El horror
No tengo palabras para describir lo inexplicable.
No hay manera de entender lo incomprensible.
No sé como expresar tanta indignación.

Big fish
Cuanto tiempo sin poder decir “te recomiendo esta película” sin añadir ningún pero. Demasiadas decepciones y muchas ordinarieces me aconsejaban prudencia y tener la boca cerrada para evitar futuras recriminaciones. Pero por fin ha terminado la época de sequía, hoy puedo gritar a los 4 vientos: No os perdáis Big Fish!!!
Que grande es el cine (sobretodo los AMC de Terrassa) y que genial es Tim Burton casi siempre. No negaré que después de “El planeta de los simios” sentía miedo al entrar en la sala, pero es que a la salida tenía que hacer auténticos esfuerzos por no ponerme a llorar de la emoción. Si es que esta pequeña joya lo tiene todo: Fantasía, emoción, humor, reflexión. Una auténtica ganga por tan solo 5€.
El tal Tim Burton es un tipo francamente admirable. Alguien que no ha dejado que la sociedad le robe su oscuro y fantástico mundo interior. Ha tenido que trabajar duro y prostituirse (en su época en Walt Disney) pero ha conseguido un grado de libertad creativa que muchos directores envidiarían. Y no sólo eso, por que además resulta que el tío es francamente bueno detrás de la cámara. Es capaz de coger un libro (como es el caso) y plasmarlo a su genial manera en la pantalla. Un auténtico crack.
No sé que más puedo decir para que vayáis a verla. Yo os la recomiendo, no digo más, allá vosotros.

Peazo marketing
Es curioso. Donde trabajaba antes teníamos unas estrictas normas para la utilización de todos los logotipos, los de producto y el de la propia compañía. Es más, cada vez que la empresa cambiaba de nombre (una vez al año por eso de despistar a los clientes) recibíamos cantidades de este material por parte de la central en USA. Y que conste que nosotros los seguíamos rigurosamente, los comerciales no hacían ni puto caso pero ellos son un mundo aparte.
Donde estoy ahora no tiene nada que ver. Para que os hagáis una idea os diré que la última semana he creado unos 5 logotipos y no he perdido más de una hora en total. Y lo que es todavía más sorprendente es que varios de ellos son para productos de un proveedor, una multinacional japonesa que todos conocéis y que cuando se de cuenta de que los necesita los implantará. Nosotros aquello de “la feina ben feta” nos lo pasamos por el forro, somos así de chulos.

Música o moda?
Me gustan los Travis. Me gustaban antes, cuando no eran populares, y me gustan ahora que lo son.
Me gustan los Coldplay. Me gustaban antes, cuando no eran populares, y me gustan ahora que lo son.
Me gustan los Belle & Sebastian. Me gustaban antes, cuando no eran populares, y me gustan ahora que algunos dicen que lo son.
Me gustan los Migala. Me gustan ahora que no son populares y me gustarán de aquí a unos años cuando continúen sin serlo.

No entiendo a la gente que deja de gustarle un grupo por el hecho de hacerse conocido. Si te gusta su música, que diablos importa el resto?

Hay una carta para Sony Ericsson
En diciembre me compré un T-610 y a los tres días lo tuve que devolver por que el altavoz funcionaba sólo de vez en cuando. Tarde tres semanas en que me diesen uno nuevo ya que me dijeron que lo tenían que chequear. Asumí que siempre sale un tanto por ciento muy reducido de unidades defectuosas y que me había tocado a mí. Mala suerte.
Ahora, tan solo dos meses después, el teléfono que me dieron se ha averiado. Ha funcionado perfectamente hasta que un buen día no sé ha querido encender. Hoy sábado lo he llevado a la tienda y, obviamente, me han dicho que no era culpa de ellos y que lo mandaban a reparar, que seguramente en tres semanas me mandarían uno nuevo. Esto significa que desde que “tengo” el T-610 lo han tenido más la gente que lo repara que yo.
Mi conclusión es clara: Sus teléfonos son una auténtica basura, y el control de calidad que aplican a sus productos debe ser inexistente. Den por seguro que pienso recomendar encarecidamente a cualquier persona que no se compre bajo ningún concepto un teléfono de su compañía.
El motivo de esta carta es doble. Por un lado intentar canalizar el malestar con el producto adquirido hacía los únicos culpables, ustedes. Por otra comprobar un mito, el de que los peores fabricantes tienen los mejores servicios post venta.

Sopa de ganso
Cuando mantienes una conversación con el jefe donde le dices que puede encontrar a alguien que haga tu mismo trabajo pero más barato, y él te contesta que está contento de haberte contratado y que cree que no se ha equivocado, durante una fracción de segundo vives un instante de trascendencia. Te ves como de lejos, fríamente. Recoges una impresión verdadera y objetiva de lo que está pasando. Es entonces cuando te das cuenta de lo absurda que es la situación. De lo absurdo y ridículo que es todo. De que no vale la pena tomarse las cosas muy en serio.

No me llames primo
Si cuando vas a comprar una entrada avisas a la gente y se la compras, eres un primo?
Si el mismo día en que se las das te dicen que han comprado otras entradas pero no te han avisado y encima se ríen, entonces eres un primo?
Lo mejor es que no avises la próxima vez? O quizás te tienes que cabrear? O mejor disimular como sacándole importancia?
Y si escribes un post y que cada uno se lo tome como más le plazca? Si, me parece que será lo mejor.
Y ahora que me viene a la cabeza, a que huelen las cosas que no huelen? Y los primos, huelen mejor o peor que el resto? En mi caso depende del desodorante o la colonia que me ponga. Supongo, no sé.

A que creo un partido político!
Electores todos, he aquí algunas de las opciones políticas que nos pueden representar en el senado (todas ellas reales).
-Opción “Vaya puta mierda de democracia”: Democracia Nacional, Otra Democracia es Posible, Escons Insubmisos-Alternativa dels Demòcrates Descontents, Partido Demócrata Europeo.
-Opción “hay gente con demasiado tiempo libre”: Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, Partido Humanista, Familia y Vida.
-Opción “más rojo que el pintalabios de Rahola": Lluita Internacionalista, Partido Obrero Socialista Internacionalista, Partit Comunista del Poble de Catalunya.
-Opción “Hay payo dame un euro!”: Partido Nacionalista Caló.
-Opción “Soy un facha, qué pasa?”: Falange auténtica, Falange Española de la J.O.N.S., Partido Popular.

Kill Bill: Vol. 1
A Tarantino no le han puesto las cosas fáciles. Una crítica volcada y más fans que el mismísimo Ricky Marflins llena de presión a cualquiera. Él mismo se ha puesto las cosas difíciles, pues a ver quien es el guapo que supera el nivelazo de sus dos primeras películas. Tal es así que el hombre se ha tomado un tiempecillo hasta sacar su última trabajo, el “4th Tarantino’s film, Kill Bill 1”, como él mismo ha puesto al empezar.
Como no puedo hablar del argumento ya que soy de los pocos que la ha visto (si, me estoy haciendo el chulo), me voy a dedicar a hacer una valoración un poco por encima. Para empezar decir que se nota que Tarantino se ha volcado al 200% en Kill Bill. Ha querido responder a las expectativas y impresionar a propios y ajenos. Por este motivo se ha dedicado a buscar todos los efectos de postproducción o realización que ha encontrado y los ha pegado con sus tijeritas y un poco de celo. Planos paralelos (a l’estilo de “El secreto de Thomas Crown”, la original), esporádicos efectos matrixeros, potentes chorros de sangre a l’estilo japonés, montaje desordenado de este que está tan de moda (véase “Memento” o la recién “21 Gramos”), juegos con el blanco y negro, montajes de luces en escenarios sombreados como los de Carlos Saura en “Tango”, etc. En fin, que el tío es de los que culo veo culo quiero. En cualquier caso todo ello no logra disimular un argumento flojo y tópico que no dista mucho de cualquier film clásico de Bruce Lee (el chándal de la protagonista no es casual) , pero me parece que este tampoco era el objetivo de Tarantino. Él quería hacer una película de ostias sin más, con buenos (buenas en este caso) duros de la ostia y malos sin corazón. Y lo ha conseguido, de esto no tengáis ningún tipo de duda.
En resumen: Que si te gustan las catanas y las ostias no te las puedes perder. Si eres un fan del Tarantino da igual lo que te diga, seguro que estarás allí. Y si lo que te gustan son los diálogos de “Reservoir Dogs” mejor te quedas en casa y te pones la conversación de Like a Virgin otra vez.

Excesivo
El sábado fue un día de excesos se mire por donde se mire.
Primero levantarse a las 9 de la mañana, cosa que debería estar prohibido pero ya se sabe, si quieres aprovechar el fin de semana mejor levantarte temprano. Después sesión de peliculillas y frikadas varias en casa Kala. De una pequeña intro otaku (Naruto y ADN) pasamos a “Dead or Alive”, aburridísimo film con un final tan surrealista que deja a sus hermanas (“Gozu” y “Ichi the Killer”) a l’altura de Barrio Sésamo. Se confirma que Takashi Miike está como una regadera.
Mientras comemos tropecientas bolsas de patatas y unas pizzas guarras guarras tenemos de fondo una rareza llamada “Mi novia es un zombi” que para que os voy a contar. El resultado será un dolor de tripa que ira aumentando al pasar las horas.
Después la gran deseada, “Kill Bill 1”, en una calidad casi de DVD y con subtítulos en castellano y todo. Un lujazo. Mañana dedicaré el post a comentarla y así me podré hacer el chulo un rato.
Por la tarde tocaba el esperado Minifestival que ya anuncié aquí. Los de siempre y alguno más nos juntamos a la espera de descubrir grupos nuevos, propuestas inteligentes y música creativa de calidad. Que decepción. Al final encontramos poca variedad de estilos, música muy vulgar (incluso imitadores de los Beattles) y demasiado amateur. Vaya, que nos fuimos a casa después de haber escuchado 6 mini-conciertos y con ganas de que llegue el Primavera Sound para quitarnos el mal sabor de boca.
Fue un día de no parar. Muchas cosas con amigos y buena gente en general, lo mejor para olvidar las penas durante unas horas.