Virtudes de mi empresa
Vale, como de virtudes tiene pocas y reduciríamos el post a una línea, mejor hablamos de sus defectos; y aviso que tampoco los mencionaré todos, me centraré en uno, que en Internet no hay lugar suficiente para la lista completa.
Algo que no soporto ni puedo entender es la total falta de un sistema de comunicación interno. Hay unos flujos de comunicación clarísimos y fácilmente reconocibles, pero solo cuando hablamos de rumores, de nada oficial. Y la queja no va dirigida a la cúpula directiva, o no en su totalidad, sino que este defecto se extiende a todas las esferas de la compañía.
Ejemplos aberrantes (y rápidos de contar):
Recursos humanos monta un curso para dar unos mínimos conocimientos técnicos al personal. Se apunta al 5% de la plantilla y se les avisa el día antes. Al resto ni se les pregunta.
Dos días a la semana se da una hora de inglés. De los 150 empleados de las oficinas, solo asisten 7, y eso el día que no falla nadie. El motivo, pues que nadie ha comunicado la existencia de esto.

Este comportamiento celoso con la información, del que dan buena muestra desde el director general a la puta secretaria, creo yo que se debe a dos motivos. El primero es que nadie con poder ha puesto las bases de un sistema de comunicación sólido. Ni lo ha creado ni ha dado ejemplo del mismo. El segundo es que los empleados no tienen el sentimiento de pertenecer a un todo, sino a su todo, que lo forman los amiguetes. Esto significa que “cuando me entero de algo se lo cuento a mis allegados, y al resto que les den mucho por el saco”. En el fondo todo se reduce a lo mismo, a la falta de profesionalidad típica de la empresa familiar.

De festival
Empezó siendo un festival con pretensiones en el panorama del cine fantástico. Cuando las pretensiones tomaron algo de cuerpo, un director pretencioso y sin criterio lo quiso convertir en un festival a lo grande, a la altura de Venecia o Cannes. El ostión fue importante. Ahora mismo el Festival de Cinema Fantàstic de Sitges está intentando recuperarse de tantos y tan malos consejeros. El resultado es que este año es más corto de lo normal, con poquitas películas en la sección oficial y un “Orient Express” que es apenas la sombra de lo que fue. Ah, y lo todavía más increíble es que a fecha de hoy, la web (ya de por si difícil de encontrar) sigue sin dar casi nada de información.
No es lo ideal, pero menos da una piedra y yo prefiero esto a nada.
Este año, a pesar de todo, pinta muy bien. Primero por que hemos seleccionado cinco películas con muy buena pinta. Segundo, por que el nombre de Takeshi Miike figura entre nuestro plan. Tercero, y más importante, que es el año que seremos más amiguetes por película.
Para todos aquellos que penséis ir, una información que os será útil: Los ladrones (no tienen otro nombre) de Caixa de Catalunya te cobran 1 Euro de comisión por entrada. “Gastos de distribución” lo llaman ellos. Que cabrones, por un puto euro lo mínimo que podrían hacer sería llevarte las entradas a casa.

P.P. Tenéis las fotos de la cena en la sección “afotos”, donde si no.

Múltiples utilidades de un blog
Sin duda alguna, un blog es mucho más útil de lo que la gente supone. Así, a bote pronto, todos diríamos que ayuda a mejorar la escritura de su autor, que te permite conocer a gente nueva o que hace las veces de diván donde llorar las penas. Hasta aquí coincidiríamos todos, son el tipo de cosas que se dicen y el motivo por el cual las frikazos como yo creamos una bitácora. Ahora bien, quien iba a pensar que una bitácora haría posible una utopía, la famosa cena entre coleguillas de toda la vida.
Pues si, gracias al post de hace unos días, y a la presión del amigo Nota, finalmente el sábado nos pudimos reunir la mayoría (no todos, por desgracia) alrededor de una mesa. La verdad es que el rencuentro fue breve y atípico, ya que en ningún momento echamos la mirada atrás para recordar batallitas. Básicamente hablamos de temas de actualidad, fútbol, precio de la vivienda, selecciones catalanas y demás, todo después del obligado repaso a la vida profesional y personal de cada uno. Será que nos estamos haciendo mayores.
Al salir del restaurante hubo las típicas bajas. La pareja se iba para casa a descansar, y el Bull a una orgía en una masía perdida por no sé donde (los hay con suerte). El resto nos fuimos a una sala de billar donde tuve la oportunidad de demostrar mis nulos conocimiento de tan digno deporte. Estuvo bien, no se descarta como próximo lugar de recreo.

Bien, bien y bien
Una semana después de que se me joda el disco duro y pierda no sé cuantos gigas de música, veo perplejo como un virus está destruyendo lo poco que había conseguido salvar. No me ha dado ni tiempo de hacer copias de seguridad. Genial.

Esta no es una historia de aventuras increíbles
Recientemente ha llegado a los cines comerciales, en los otros ya estaba hace unos meses, la película “Diarios de motocicleta” de Walter Salles. Como apunte anecdótico, este director es el responsable de “Estación central de Brasil” y ahora ha terminado la post-producción de “Dark Water”, la revisión americana del ya clásico film de terror japonés. Hay que ver como se venden algunos directores.
Estos Diarios nos cuentan la aventura que emprendió un joven Ernesto Guevara, de viaje con su amigo Alberto Granado por toda América latina, y que le llevó a convertirse en una persona diferente, alguien que ahora todo el mundo conoce, el Che. La película es emotiva, divertida, propicia a la reflexión y más apolítica de lo esperado. Todo lo que había escuchado acerca de ella era negativo y no entiendo por que, a mi me ha gustado muchísimo.
Las historias de viajes iniciáticos siempre me han encantado, tanto las reales como esta del Che, como las fantásticas (Bilbos, Frodos y compañía). Me fascina la idea de que el impacto que produce conocer culturas diferentes te cambie como persona, te lleve a un estado en el que tus prioridades queden mucho mejor definidas. Hace ya unos años pensé que mi viaje a los Estates podría ser algo así. Evidentemente no lo fue, regresé tan perdido como me fui, pero si es verdad que la película me ha recordado un pasaje de nuestra aventura por esas tierras. Batallita? Pues si.
Un noche de verano, cuando regresábamos con los compañeros de cenar en el tailandés habitual (bueno, bonito y barato), nos encontramos un hispano totalmente perdido. No recuerdo como era físicamente, pero recuerdo que sus ojos me transmitieron una profunda sensación de miedo. El camión que le traía desde México lo había descargado sin más en San Francisco, cuando habían acordado llevarlo a Seattle (si no recuerdo mal). Allí tenía algún pariente que le podría encontrar trabajo, pero ahora se encontraba en medio de una ciudad desconocida, en un país desconocido y sin un dollar en el bolsillo. Me acuerdo que le explicamos donde estaba y le indicamos como llegar hasta el barrio hispano de San Fran, donde probablemente alguien le podría ayudar. No sé si le dimos algo de dinero.

Utopías: La cena
El clásico “a ver cuando motamos una cena” es un comentario recurrente cuando te encuentras con una persona con la que no sabes de que charlar. Un ex amigo, ex compañero de trabajo, etc. Curiosamente, cuando lo dices sientes que realmente quieres hacer la cena, pero después ves que hay cien mil cosas que prefieres hacer antes.
Los amigos del Zulu llevamos mucho tiempo diciendo de montar la cena y no hay manera. Estoy convencido de que todos la queremos hacer, pero nadie se decide a tirar del carro, y fijo que cuando finalmente se marque una fecha habrá alguien que se descuelgue diciendo que no puede ir. Es una pena. Hasta hará tres o cuatro años éramos un grupo compacto, pero ahora hay alguno al que no veo desde hace una eternidad. A menudo, después de hablar por teléfono o al despedirnos enfrente del Zulo, alguien dice lo de la cena y todos respondemos que si, que a ver si es verdad y la hacemos de una vez.

La vida en directo, pero de verdad
Me he inventado un juego que es a la vez un negocio. Lo mejor de todo: que me parece que sería totalmente nuevo. Emprendedores de la red, tomad nota y después me llamáis y acordamos lo de la comisión.
El concepto es fácil: Dirige la vida de una persona real. Como en los Sims pero en serio. Previo pago de una cuota mensual, te daría el password para que entrases en un portal. Allí cada día podrías votar para que yo hiciese una cosa o otra en mi vida. Por ejemplo, la votación de hoy sería algo tan poco relevante como si tengo que trabajar o pasarme el día en Internet. Las grandes votaciones serían semanales o mensuales, y serían del tipo: dejo mi trabajo, continuo o le pego una patada en los huevos al jefe. A parte de las votaciones que yo mismo propusiese, los socios podrían hacer otras sugerencias.
Obviamente, debería haber suficiente gente como para que yo me sacase un buen sueldo, ya que conociendo la peña que anda por aquí fijo que estoy en la calle a la primera cambio.
Lo ideal sería colgar videos de los momentos votados, pero en ese caso mi anonimato dejaría de ser tal, con lo que la gente me conocería y se comportaría de diferente modo. Vaya, que perdería toda la gracia.
Yo creo que podría ser todo un éxito el jueguecito. A ver, que mi vida peor no puede ir, así que cualquier cosa sería una mejora. Igual vosotros seríais capaces de hacer lo que yo no he podido, que mi existencia no sea una total pérdida de tiempo.

Muy hundido
Esta semana me ha girado del revés. Supongo que cuando tienes tantas presentaciones que te importan tan poco, resulta bastante inevitable ponerte a pensar en tu trabajo y tu vida. Yo lo he hecho durante todos estos días y, por las conclusiones a las que he llegado, me parece que hubiese sido mejor no tener el tiempo para hacerlo. Total, que hoy viernes me lo he pasado con una depresión de caballo encima.
Como terapia a todo esto, he decidido escribir un post aunque fuese fuera del horario oficial de apertura del blog (que por algo es mío). Creo que me ayudará a plasmar lo que ha pasado por mi mente estos últimos días.
Mi vida profesional está llegando a un punto muerto preocupante. Mi trabajo no me gusta, o al menos no el 90% del tiempo. No me gusta la empresa en la que trabajo, no tengo ningún amigo entre la gente de la oficina y lo que hago es de correveidile de marketing. Lo preocupante no es esto, ya que se podría solucionar cambiando de empresa, lo que no me deja dormir es que no sé si realmente me interesa el marketing pero tampoco se me ocurre ninguna profesión que me gustase hacer. No sé como podría llegar a auto realizarme profesionalmente, sólo sé como no lo voy a conseguir.
Mi vida privada no está mucho mejor. Noto como una ansiedad y un desazón cada día mayor que me carcomen por dentro. Siempre he tendido un poco a la depresión, pero así como hasta ahora tenía la sensación de que todo era pasajero, en esta ocasión no veo el final del túnel y empiezo a dudar mucho de que exista. Nada me hace ilusión más de cinco minutos seguidos, no me encuentro bien con nadie pero tampoco solo, me siento diferente al resto de personas, apartado y marginado. No consigo dominar mis emociones. Con las chicas no digamos, en cuanto una me hace el más mínimo caso me enamoro irremediablemente (y unilateralmente) de ella, aunque sea una secretaria borde que de poder me clavaría un puñal por la espalda. Es como si emocionalmente fuese un niño de 11 años.
Me gustaría pensar que os hacéis un poco la imagen de cómo estoy, pero no creo que sea posible. No conozco a nadie que esté como yo, que sea como yo. Todos mis amigos acostumbran a estar más o menos felices, a sonreír y a disfrutar de las pequeñas o grandes cosas que les da la vida. Tengo mucha gente con la que compartir un momento de alegría, pero a nadie con el que comparta infelicidades. Pensándolo bien, igual resulta que no, que todo el mundo actúa y pone buena cara igual que yo, finge disfrutar de la vida para hacer más fácil y agradable su relación con los amigos, cuando en realidad se encuentra al borde del precipicio. No lo sé.
Todo esto me recuerda el texto de una camiseta que me regalaron hace muchos años al comprar un single de Los Sencillos. Era blanca y cutre, pero la frase todavía me acompaña ahora: La vaca que ríe puede estar triste por dentro. Es como el mito del payaso llorón pasado por el filtro de la modernidad y la publicidad. Real como la vida misma.

Tocado y hundido
Estoy destrozado. Físicamente. Mentalmente. Emocionalmente.
Las doce horas sentado me están destrozando las piernas.
Las doce horas de presentaciones me están destrozando la cabeza.
Las doce horas de mal rollo con la secretaria me están destrozando la moral.

Encima, con los nervios y el stress de todo el día, cuando llega la noche no consigo pegar ojo. Y mañana más. Voy a necesitar mucho tiempo para recuperarme, pero será difícil cuando el sábado noche toca Marató de Sants.
Lo siento, hoy no podré escribir más, no soy capaz. Prometo un post hablando de la cena de ayer y otro sobre la recurrente secretaria (no el que ya escribí y nunca visteis, sino uno más formal).

Por cierto, reduciendo mis expectativas, que sepáis que cambio mi vida por un lazo bien hecho, de aquellos con las vueltas por encima, ajustable y autotensable.

Qué vida?
Llego a casa después de doce horas encerrado en el hotel. Las presentaciones un coñazo (menos la mía, claro), la comida de pié y los comerciales una raza aparte de conservadores interesados y maleducados. A penas me quedan fuerza para ver vuestros comentarios ultraderechistas del último post y de escribir lo que leéis.
Mañana más y mejor. Toca diana a las 6:15 y no llego hasta las mil, que hay la gran cena. Os acordáis de mi primer día en la empresa, hace ya un año, que me llevaron a comer al museo de cera? pues mañana tres cuartos de lo mismo. Como la secretaria que lo ha organizado (me parece que ya la conocéis) no me dirige la palabra, no he podido averiguar que sorpresa nos espera mañana. Mmm... y con lo que a mí me gustan las sorpresas!... es una ironía, que conste.
Mañana me será imposible postear. Lo superareis.

Por cierto, a quien pueda interesar, cambio mi vida por una pistola cargada.

Malo, malo eres
Al contrario que el título de la canción, uno es bueno, demasiado bueno, tanto que a veces pasa por gilipollas. La gente me hace bromas y yo intento sonreír. Aunque tenga un mal día, trato bien a todo el mundo. Es la ley del “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hiciesen” aplicado al máximo exponente. A mí no me gusta que la gente me pegue broncas y por lo tanto yo no lo hago. Me gusta que me traten bien, por eso trato bien a la gente. Es sencillo, seguro que habéis captado la idea.
Lo que pasa es que hay personas que piensan que reírse en tu cara es una broma, que es gracioso y que me partiré la caja. Y no, no me hace ni pizca de gracia. De hecho, lo único que me apetece cuando, como hoy, una secretaria que no acepta lo que es te pisa sin venir a cuento, es responder con un buen ataque. Y entonces que pasa, que el bueno de nuncanada se convierte en “ese cabrón sin corazón”. Pues si, igual es eso lo que soy, pero no pienso dejar que nadie, y menos una secretaria amargada, se ría de mí. Me parece que hoy le ha quedado bien clarito.
Este nuevo paso en mi camino a la soledad significa, por lo pronto, que he perdido la relación con el principal lobby de la división, con los que tomaba el café por el simple hecho de no tomarlo solo. Son los autodenominados “guapos de la división”, influyentes en las semi-altas esferas que ejercen de chulitos en ausencia de estos. Un conjunto lamentable.
Por favor, si alguno de los lectores tiene un hotelillo en Costa Rica que me avise que voy para allá aunque sea de camarero. Gracias.

Hombre, cuanto tiempo sin vernos
Este domingo me lo he tomado con calma, de relax, para poder afrontar con fuerzas la semana que me espera. De martes a viernes tenemos reunión de ventas en la empresa, la cual cosa significa hacer presentaciones en público, llegar a casa tarde, aguantar powerpoints sin dormirte y comer de pié. En realidad lo que más me jode no es esto, sino la práctica de relación social que supone. Representa que esta semana es una oportunidad para conocernos todos, para charlar de nuestras vidas y saber como es y que le preocupa a la persona con la que hablas por teléfono casi a diario. Pues bien, a mí, por mal que suene, me la repatea como es el tipo que está al final del cable. Si no me interesan ninguna de las personas que veo cada día en la oficina, por que tendré que entablar amistad con un comercial de 50 años que se va de putas en cuanto se escapa dos días de su mujer? Por que no dudéis que eso es lo que harán de noche por Barcelona, que me los conozco.
Cuando me encuentro con situaciones como las que viviré esta semana me doy cuenta de cómo soy, de que cada día crecen mis habilidades sociales más hipócritas y engañosas, a la par que baja mi interés por la sociedad en general. Supongo que de trabajar en una empresa con gente joven y con un mínimo de preocupación cultural la situación sería diferente, pero cuando estás en una compañía de marujas y marujones donde sólo se habla de fútbol, grandes hermanos y películas del Van Dame uno se asquea un poquito.
Ya os iré contando como avanza la semana. Bueno, eso será si sobrevivo, claro.

Firme aquí por favor
Me han hecho fijo. Tras un año de trabajo y dos contratos de 6 meses, el último de ellos a traición, finalmente me han hecho indefinido. Que significa esto, fácil, que estoy igual que antes pero que en el caso que me despidiesen tendría que discutir menos con recursos humanos para conseguir la indemnización. Curiosamente, este cambio afectará más mi vida privada que el día a día de la oficina, ya que la noticia se convierte en un pistoletazo de salida en la búsqueda de piso. A ver cuanto tardo ahora en encontrar mi cubil.
A parte de comunicarme este cambio, como quien no quiere la cosa el jefe me dejó caer que le pasará el perfil para un ayudante, un Marketing Assistant. Dijo que no era seguro, pero que intentaría convencer al consejo de administración de la necesidad del puesto. A mí me huele a zanahoria, pero como de asno (catalán, eso si) tengo mucho, yo ya me he ilusionado un poco. Crear un departamento y gestionar personal sería un reto importante, y la verdad es que me apetece bastante, aunque no creo que sea nada fácil.
Vaya, que mi situación laboral parece estar encarrilada, lo que no quiere decir que mañana no pueda cambiar todo sin previo aviso. Si mi relación con el marketing fuera vocacional ahora estaría cerca de la felicidad, pero como tan solo es trabajo no le daré más importancia de la que merece.

Travis en familia
Ayer no postee. Lo habréis notado por que seguro que el día se os ha hecho más largo y monótono de lo habitual. Es normal, no os preocupéis.
Después de esta gilipollez, vamos a lo que vamos.
Gracias al cantante del grupo, también llamado Dani el del Tetris en casa, ayer pude asistir de forma gratuita a un concierto de Travis semi-acústico en el Luz de Gas. Fue una auténtica gozada. Repasaron sus singles más conocidos con algunas sorpresas nuevas como el “Staying alive” de los Bee Gees o el “Hit me baby” de la Britney, y también otras sorpresas menos originales como la canción sin micro ni ampli, que no por repetida deja de impresionar. Sé que parece cutre y poco fashion decir que te molan los Travis ahora que los conoce todo dios, pero a mí me molan, que queréis que os diga.
Curiosamente, ahora que hablo de ir solo a los sitios, resulta que ayer me encuentro con que el amigo Dani había reunido a más de diez amigos para el concierto. Tener 10 amigos ya es impresionante, pero que encima tengan tus mismos gustos musicales es casi utópico.
De concierto en concierto he pillado un galipandrión de tres pares de narices, lo cual tampoco sorprende mucho conociendo mi historial. Ahora mismo me tomo el frenadol y a recuperarse que el viernes toca Migala y no me lo quiero perder.

P.P. Gracias otra vez al Dani y al Xavi por conseguirme una entrada. Que dios os lo pague con muchos hijos y una suegra bien maja.

A la fuerza ahorcan
Ir solo a los sitios está considerado un pecado, algo peor que asesinar a tu familia con un cuchillo oxidado. He visto a amigos reír de quien va al cine solo, a museos o de turismo, como diciendo: “vaya desgraciado, como se le ocurre ir solo por los sitios, debería encerrarse en casa auto lamentándose por su desgracia”. He de reconocer que la presión grupal ha hecho que en más de una ocasión haya dejado de hacer algo que me apetecía, pero esto está cambiando.
Nucanada muta. Ahora que ha aceptado a la soledad que le acompaña, y lo acompañará en todo su viaje, se ha decidido a hacer lo que le venga en gana sin tener en cuenta los prejuicios sociales. Hoy esta nueva política ha llegado más lejos de lo que ni él mismo imaginaba, hoy nuncanada ha comprado una entrada para un concierto. No dos, y mucho menos tres, sino una única y solitaria entrada para lo que seguro será un concierto fantástico de los melancólicos Migala.
Lo curioso del tema es que, desde que nuncanada se decidió a hacer cosas aunque fuese solo, siempre ha habido alguien que le ha acompañado. Y parece que el concierto de Migala no será una excepción. En cualquier caso, esto también parece ser bueno.

El padre de la mentira
Ver esta nueva versión de El Exorcista era un error anunciado, la única cosa que salvó la noche fue que nos la tomamos a broma, como entrenamiento para la Marató de Sants (que está al caer) y si no nos echaron del cine fue por que nadie prestaba atención a la pantalla.
Supongo que no desvelo nada importante del film si digo que el diablo tiene un papel destacado en El Exorcista. El ángel caído, Satanás, Lucifer, el diablo, el demonio, Belzebuth, el maligno, Satán, el príncipe de las tinieblas… hay muchas formas de llamar al mal. La suya es una historia más o menos conocida por todos, creyentes o no, así que no os hablaré de ella. De lo que os voy a hablar hoy es de la reinterpretación que hizo Anne Rice del personaje del diablo, al que ella llamó Memnoch.
Memnoch era el ángel más bello del cielo. Como los otros ángeles, adoraba la belleza y la bondad de Dios, al que honraban cantando los coros más hermosos. Cuando este creó la tierra y la humanidad, Memnoch quedó impresionado ante tal belleza, y empezó a sentir curiosidad por aquellos seres que vivían ajenos a Dios. Descubrió que en ese lugar habitaba un extraño pesar, que provenía de las almas de los difuntos. Estaban totalmente perdidas, confusas y desesperadas. Memnoch se dio cuenta de que Dios las podía ayudar, que las tenía que llevar con ellos al reino de los cielos, pero Él dijo que no era posible ya que no albergaban a Dios en su corazón. Memnoch entonces se enfadó, y se fue para enseñar a esas almas descarriadas el camino de los cielos. Cuando por fin consiguió que unas pocas almas fuesen aceptadas en el cielo, Dios le dijo que si tanto quería a la humanidad como para separarse de Él, lo mejor sería que se quedase en ese lugar llamado Infierno hasta conseguir que allí no quedase ninguna alma.
Es una historia bonita que da la vuelta a la tortilla, quedando así el diablo como el salvador de la humanidad y Dios como un irresponsable que abandona a su creación. No sé si les gustará mucho esta historia a los creyentes.
En cualquier caso, hablando de este personaje, dejadme que os dé un consejo: Aunque como yo, no creáis en nada, si algún día se os aparece el diablo y os ofrece cualquier sueño a cambio de vuestra alma, pensároslo dos veces no vaya a ser que sirva para algo.

Anuncio público
Con el sano objetivo de conseguir acreditaciones para festivales de cine, hace un tiempo que me ronda por la cabeza la idea de crear un portal dedicado al séptimo arte. Bueno, no se trataría de un portal exactamente, sino de un lugar tipo blog donde volcar críticas a lo visto y que la gente pueda opinar. Todavía está en fase de gestación, pero supongo que más o menos os hacéis una idea.
Puesto que no puedo ir a ver todo el cine que me gustaría por falta de tiempo y recursos, busco gente que colabore. Sólo pido personas que vayan habitualmente al cine (1 vez a la semana), tengan algo de criterio cinematográfico (no mucho, el suficiente como para compensar la falta del mío) y tengan tiempo suficiente como para escribir una crítica y colgarla en el portal. Tiempo, ganas y afición al cine, eso es todo.
Si alguno de los miles de millones de lectores de este blog se anima, y cuantos más mejor, me podéis escribir a la dirección mail que aparece a la izquierda.

Con la espuma en la boca
Existe cierto tipo de personas a las que les gusta explicar sus batallitas, sus historias rutinarias (como yo pero en la cara, sin posibilidad de escape), y tú por educación las escuchas a pesar del poco interés que te suscitan. Te dejan ir un "hoy me he levantado media hora más tarde de lo habitual, ja, ja" y respondes de forma automática: "que cabrón, vaya envidia", cuando lo que en realidad estás pensando es: "y a mi que coño me importa la hora a la que te levantas, pesao". Después, para seguir la conversación y mostrar un interés que no tienes, sueltas un "yo no consigo dormir, esta noche solo 3 horas" y el tío se te queda mirando y grita "y a mi que me importa!".
Superado (a medias) el momento de rabia inicial, propongo de forma altruista y para el beneficio de la humanidad, que degollemos a estos individuos cual cerdo en matanza y disfrutemos todos juntos viendo como se desangran poco a poco hasta la muerte. Es un globo sonda que tiro al aire, si alguien tiene algo en contra podemos anular el plan; como os parezca.

Una letra para compartir
Veterano del insomnio, soy un viejo prematuro.
Se me cansan las palabras no es una forma de hablar.
Tengo una viola italiana, cuando hay hambre no hay pan duro.
El Mario me la endereza pero se vuelve a doblar.
Para garpar el casorio y el anillo vendí el coche.
Inocente adolescente rematé mi libertad.
Soy un yonqui de la tele sin volumen a la noche,
como pa no molestarla, aunque ella ya no está.

Loca, no me exilies de tu boca por la culpa que te toca
mencioname una vez más.
Típico de mí que vivo en pena se me da una mano buena
y la tengo que arruinar.
Vos te esmeraste conmigo
a mi vieja le dijiste que me ibas a domar.
Mi revolución era apariencia me perdiste la paciencia
cuando estaba por flaquear.

Fui tu juguete rabioso, fui tu mito encadenado.
Me tomaste de amuleto, un flaco para tu cruz.
Me amigué con tu retrato, cuántas veces lo he besado.
Y lo abrazo preocupado cuando se corta la luz.
En mi guitarra atorranta hay un tango agazapado,
percanta que me amuraste no te puedo ni cantar.
No me sale más lirismo, tengo un verso atragantado
donde te mando a la mierda después vuelvo a suplicar.

“Juguete rabioso”
La Chicana

A pesar de todo
Hace más o menos 1 año me pasaron el primer (y hasta esta misma semana el único) disco de los Budapest. Lo escuché un par de ocasiones pero no me impresionaron lo más mínimo. Un tiempo después, si saber muy bien por que, lo recuperé y hasta ahora no lo he abandonado, convirtiéndose en el disco de los gritos del viernes por la tarde. El grupo no ha conseguido demasiado reconocimiento, y cuesta de saber por que, ya que sus baladas son de lo mejor que ha dado el britpop actual.
Este sábado tocaron en Razzmatazz 3, la sala más pequeña de todas. Imaginaos como estaba de emocionado que temía ponerme a llorar cuando empezaran con sus trascendentes baladitas. Con no más de 100 personas de público salieron al “escenario” el grupo catalán Les Philippes, que hacen de teloneros en toda la gira de Budapest. La gente se quedó muy sorprendida con este grupo, que consiguió algunos momentos épicos con sus regustos a Beach Boys, Beatles y Teenage Fanclub. Se van a seguir.
Después llegó lo que todo el mundo (mundo pequeño, eso si) esperaba. Repasando los elementos, parecía el concierto perfecto: Local pequeño, poca gente, el grupo tocando a dos pasos tuyo sin casi tarima, las baladas perfecta… pero no, faltó la magia. El grupo toco lo suyo, presentaron su nuevo disco y repasaron los temas que el público quería, pero a excepción de las dos últimas canciones, el resto se hizo pesado, lento y anodino. En ningún momento se produjo aquella conexión mística entre banda y público que hace valer la pena pagar el precio de la entrada. Una decepción.
Pensando después en ello, creo que el problema de esta banda es que todos sus temas son demasiado iguales. Son baladas casi perfectas entre el pop y el post-rock con momentos de pscicodélia que te erizan los pelos, pero cuando las pones una detrás de otra en un concierto su fuerza se diluye, no destacan. En cualquier caso, me compré la camiseta como homenaje a su disco y a los vecinos que pacientemente sufren mis gritos de viernes tarde.