Clasificado
Varón blanco soltero busca trabajo en las américas latinas. Una ganga, como nuevo.
Motivo: Empezar una nueva vida. La actual está gastada y aborrecida.
Dirección: Sur o centro América. Colombia abstenerse.
Se ofrece: A lo que caiga de marketing o comunicación.
Precio: A convenir.
Razón: Dirección e-mail de la izquierda.

Becoming Tyler
A principios de año colgué un post con una serie de premisas sacadas directamente de “El club de la lucha”, punto de referencia de una corriente pseudo-filosófica seguida por muchos jóvenes, entre los cuales me cuento. Como las típicas listas de buenos propósitos, esta tampoco tuvo mucha influencia en mi vida diaria, o al menos así fue hasta hace poco. Ahora que estoy en pleno derrumbe moral y que he empezado un proceso cartesiano de búsqueda entre mis cimentos, estas premisas que comentaba han aparecido de la nada y se han convertido en un buen flotador que me permite resistir las primeras olas presagio del debacle.
Dando pequeños y tambaleantes pasos de bebé, así es como de momento estoy aplicando las famosas sentencias del Sr. Durden a los diferentes ámbitos de mi vida.
Por lo que respecta al campo laboral, el otro día me senté en el despacho del jefe y le canté la caña. Le dije que dedicaba muchísimo tiempo a hacer tareas administrativas y no tenia tiempo para hacer nada de marketing. Que si no se solucionaba este problema yo me las piraba al finalizar mi contrato y aquí no ha pasado nada, todos tan amigos; yo buscaré algo que me guste y el podrá encontrar una persona que le haga lo que yo pero mucho más barato. Me dijo que los tenía muy bien puestos, que el comentarle esto me honraba y que intentaría solucionar lo que estuviese en sus manos. Evidentemente no ha hecho nada, ni buscar mi sustituto ni solucionar una mierda.
La aplicación de dicha filosofía en mi vida personal ha consistido en intentar separarla de mi vida profesional. Antes siempre llevaba tarjetas del curro en el monedero, y en ocasiones las daba a los amigos. Excusas mil: por la coña, para que puedan contactar conmigo, etc. ninguna válida. Supongo que inconscientemente lo hacía con el fin de hacerme el xulo, de decir “no tengo novia pero mira lo que pone aquí”. Eliminadas, ya no llevo tarjetas encima fuera del horario laboral. Yo no soy mi trabajo (gracias a dios).
Finalmente el blog. Lo equivalente a la tarjeta de presentación en este mundillo son las estadísticas, así que también las he suprimido. Cada vez me da más igual la gente que me visite, esto lo hago por mí y por que me da la gana. Si a la gente le gusta y me visita bien, sino también. En un futuro no descarto eliminar los comentarios o el mismo blog.
Todas estas acciones son medidas preventivas contra mi mismo y contra los principios sociales que me guste o no están metidos en mi cabeza. Parte de una evolución que no sé ni si continuará.

No
Me voy a hacer una camiseta para el próximo día de ensayo; a ver si así lo entienden.
Imaginaos el diseño.

Delante el texto: No se hacer el puto Si

Detrás la tablatura:

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Sueño
No sé que me pasa. Llevo todo el día arrastrándome como un zombi por la oficina. Es como si hubiese estado todo el fin de semana de juerga, de borrachera en borrachera, cuando en realidad no he hecho nada de lo que mi cuerpo se tenga que arrepentir; un par de cenas, algunas copitas y mucho guitarreo en casa. Nada de especial.
No hay manera de activarse, se me deben de haber gastado las baterías. Necesito dormir y descansar. No hacer absolutamente nada durante unos cuantos días. Reflexionar. Ahora mismo es como si las penas fuesen pequeños granos de arena que se me cuelan bajo los párpados, para que los cierre y vuelva a ese estado de semiconciencia en el que todo parece menos malo de lo que es.
Me he puesto el disco “Arde” de Migala para animarme. Es curioso, ahora incluso me parece demasiado alegre.

Hablando de rumores...
El viernes tuve una cena con la gente de la empresa donde estaba antes. Sólo amigos y becarios. No voy a hablar del restaurante por que no fue nada del otro mundo, pero si de la excelente compañía, entre los que se encontraban Tyler e incluso una Guest Star, Malintencionada. La sangría se sirvió en jarras de tres litros que se vaciaron a una velocidad más que digna; total, que yo al final llevaba un puntillo muy majo (y no era el único).
Al separarnos tuve que preguntar a una gente por la calle donde tenía el coche, pero lo encontré e incluso lo saqué del parking sin rallarlo. Como mi estado no superaría un test de alcoholemia pensé que lo mejor sería coger la Arrabassada con la calma y avanzar sin prisa pero sin calma hasta la deseada camita. En buena hora tuve tan gran idea.
Para aquellos que no conozcáis esta carreterita os voy a dar unas breves pinceladas: Curvas y más curvas en medio de un solitario y oscuro bosque de pinos, con casas casi derruidas por los laterales. En condiciones especiales, como la del viernes, también con una niebla que no te deja ver a más de 3 metros.
En la Arrabassada, como en muchas otras carreteras del resto del país, existe el rumor casi mitológico de la rubia vestida de blanco que se te aparece antes de una curva para anunciarte del peligro que corres y, justo después, desaparece igual que vino. Se trata de una chica que murió en ese mismo tramo y que cual Luis Moya de la ultratumba guía a los conductores para evitarles sufrir su mismo destino. Ya sabéis, a ras, girando mucho, cuidado barro, ojo lluvia.
Ahora ya os podéis imaginar como circulaba yo el viernes. Antinieblas, cinturón, un ojo en la carretera y el otro en el asiento del acompañante. Al final no apareció. Supongo que no se me acercó por que como conductor soy un prodigio, aunque también puede ser que a tan bajas velocidades pensase que era imposible tener un accidente. En cualquier caso creo que así fue mejor. Llega a materializarse a mi lado y pego tal bote que fijo que nos la metemos.

La invasión de los ultracutres
Hoy he aprendido una valiosa lección: Una empresa es tan cutre como lo sean sus empleados.
Hasta ahora había pensado que donde curro era cutre (mentalidad de gastar lo mínimo, de no tecnología, de seguir la estela de sus competidores...) por que estaba dirigida por gente así. Es y no es. Sus directivos efectivamente lo son, pero también todos y cada uno de sus empleados en mayor o menor medida.
Aquel que ha sido seleccionado por los cutres para trabajar aquí es por que lo es o por que se han equivocado. En este último caso las opciones son evidentes: quedarse y convertirse en uno de ellos, o puede irse antes de entrar en la cadena.
Yo he decidido marcharme antes que posean mi mente cual alienígenas de serie B.

Tlagapelas
La semana pasada un compañero de trabajo me contó un rumor divertidísimo. Se ve que existe la creencia popular de que los chinos “petan” las tragaperras de los bares. Que les tocan siempre los premios. “Tu fíjate cuando veas un chino delante de una maquina en un bar, ya verás que tarde o temprano le tocará un montón de pasta. No falla!” me decía el tío convencidísimo.
Tal afirmación tiene que justificare de alguna manera, así que fuimos a buscar a una ingeniera para que nos diese su opinión. No encontramos ninguna explicación, cosa bastante comprensible ya que no tenemos ni idea del funcionamiento de estos aparatos; eso si, nos reímos un montón imaginando a los chinos sentados en el bar y contando secuencias de tiradas hasta saber cuando debían apostar. Como por el trabajo tenemos contacto con algunos japoneses, se me ocurrió que les podríamos preguntar a ellos. Error, los chinos son los expertos, los japoneses sólo trabajan. Vale.
Me gustó tanto este rumor que el sábado lo solté en una comida entre amigos, para ver que cara ponían. La mayoría me estaba interrogando con la mirada para saber si me quedaba con ellos o no cuando, de repente, escucho desde la otra punta de la mesa: “es verdad!”. Uno ya conocía el rumor e incluso lo validaba como si lo hubiese visto con sus propios ojos. Ver para creer.
Claro que igual el rumor no está tan equivocado:
http://www.google.es/search?q=chinos%2Btragaperras&ie=UTF-8&oe=UTF-8&hl=es&meta

En cartelera (2)
En los cines tenemos ahora mismo uno de esos extraños ejemplos de películas que nos llegan en su título original, sin traducción. Supongo que se debe a que el título es un reflejo demasiado perfecto de la película como para desaprovecharlo. Igual no, igual sólo es por cuestiones legales. En cualquier caso, “Lost in translation” sugiere tanto como el propio film de Sofia Coppola.
Últimamente siempre digo que las películas que recomiendo son buenas pero no extraordinarias. Es lo que siento, hace ya algún tiempo que no me sorprenden en el cine. Con la película de este post no voy a cambiar la línea. Va a gustar a todos aquellos que se hayan sentido alguna vez solos y perdidos, a los que se dejen llevar por los sentimientos y a los que luzcan algo tan poco común como la empatía. Las sonrisas se entremezclan con las penas cuando nuestra pareja de protagonistas empiezan a destaparse y a decirse lo que nunca han dicho en alto, sus miedos y sus sentimientos. En el aislamiento que les ofrece un país al que no entienden llegaran a encontrarse a si mismos.
Tres cosillas interesantes: Siempre he pensado que los hoteles son lugares donde uno se siente solo, y la directora a reflejado perfectamente esta sensación. Los secundarios son muy curiosos, demasiado exagerados pero graciosos. Después de ver la película me han entrado ganas de visitar Japón.

En cartelera (1)
Alejandro González Iñárritu, el negro (es su mote, lo prometo), nos sorprendió hará un par de años con la tremenda “Amores Perros”, un duro retrato de personajes desgraciados y en proceso de trasformación. El montaje desorganizado, la forma de grabar y sobretodo una historia que atrapaba a los espectadores le otorgó numerosos reconocimientos de la industria y el público.
Ahora llega a nuestras pantallas (que frase tan original) “21 Gramos”. El título lo han sacado de un estudio de dudosa rigurosidad que realizó un, ejem, científico hará ya bastantes décadas, y donde se concluía que el cuerpo pierde este peso al morir la persona, con lo que sería el peso del alma. Anécdotas a parte, la película está bien, no tanto como la anterior, pero está bien. De hecho las dos son muy parecidas. También se inspira en como las vidas de tres personajes sin nada en común se unen por la desgracia. Eso si, como las cosas le van bien y quiere que sigan así, el director a buscado unos artistas de más renombre que apoyasen su proyecto. Destacar (no hace falta, lo consigue ella sola) a Naomi Watts, que borda un proceso de metamorfosis y caída a los infiernos de la droga y el desespero.
Aconsejable para todos los que disfrutaron de “Amores Perros”, pero con la advertencia de que no esperen algo tan redondo.

Entretener, formar e informar
El domingo no acostumbra a ser un buen día para nada. Por un lado sufres las consecuencias del sábado, sea lo que sea que hayas hecho, y por el otro lado en tu mente está demansiado presente el ineludible lunes. En realidad muchos domingos tarde se pasan delante del televisor, haciendo zapping entre películas de hace 50 años y series alemanas de policías con perro. Así claro que el día nos deja un mal sabor de boca.
Por suerte, cuando llega la noche sé que tengo una cita con algo que vale la pena; con lo único que merece la pena de ser visto en la televisión ese día y casi me atrevería a decir que en toda la semana. Os hablo de dos fantásticos programas que emite el Canal 33 sobre las 22h. El primero es el “Silenci?”, un espacio diferente en el que se exponen las nuevas tendencias artísticas y formas de expresión alternativas. A ver, no os engañaré, el programa es mucho menos alternativo y creativo de lo que los autores se piensan, pero es que si lo comparamos con el resto de programación es casi una obra de arte.
El segundo es el “Karakia”. Cada semana visitamos en forma de documental la vida de aquellos extranjeros que residen en Catalunya, atendiendo especialmente a su gastronomía. Se hace muy ameno e interesante. Visitando su web para poner el link me he enterado de que han sacado un libro recopilando las recetas que han presentado. Va a caer, no sé ni como ni cuando pero terminará en mi biblioteca.

Mejor sordo que mal acompañado
Hay dos fenómenos musicales recientes que no me dejan dormir. Vamos a ver si es un problema compartido o soy el único que los sufre.
El primero es un grupo californiano que lleva toda la vida relanzando copias de su primer disco. Te puedes comprar cualquiera de sus CD’s y todos suenan igual. Es más, con tener una canción ya es suficiente. Por si no sabéis de quien hablo, ellos son los Offspring. Es impresionante el morro que tienen los tipos estos, no han evolucionado en los más mínimo. Y lo realmente sorprendente es que continúan vendiendo, por que hay un tanto por ciento relativamente alto de chicos de 16 y 17 años que comprarán su disco. Nunca más volverán a comprarles nada, pero esa etapa en la que escuchas Offspring la hemos tenido todos; gracias a dios no dura mucho.
El otro tema, este si que es preocupante, es el del Glam Rock. Si señores, esta moda ya olvidada vuelve para incomprensión de sociólogos y aficionados a la música en general. Todo a resucitado gracias a los The Darkness esos, que dentro del estilo son bastante moderados, pero el movimiento no ha hecho más que empezar. En poco tiempo seguro que podremos flipar otra vez viendo a payasos pintados, con greñas cuidadísimas, mallas y cantando en falsete. Yo es que no lo entiendo. No cuadra. Como puedes pintarte la cara de gato, ir con un bajo en forma de hacha, destrozar murciélagos con los dientes en el escenario y cantar “I was made for loving you baby, you was made for loving me” en falsete. Si es que no puede ser. Si eres un tío duro y sádico entonces canta heavy, trash o alguna cosa de estas, pero es que lo tuyo no se entiende lo mires por donde lo mires.
Por suerte, en breve podremos recuperarnos de estos sustos. En febrero el Minifestival, en marzo los Belle & Sebastian y más adelante ya veremos.

Lecciones
Nuncanada, con su inalterable voluntad de culturalizar nuestras gentes, hoy nos enseñará la diferencia entre tres términos a menudo confundidos. Si, es verdad, si tuvieseis algún interés en buscar su significado vosotros mismos podríais mirar en el diccionario, pero entonces que diablos haría yo el día que no tengo tiempo para escribir un post.

1.- Ironía: Manera de hablar con que se da a entender lo contrario de lo que se dice. Suele tener finalidad humorística o burlesca.
2.- Sarcasmo: Ironía mordaz o cruel que hiere o humilla a alguien.
3.- Cinismo: Desverguenza en defender o practicar acciones o doctrinas vituperables. Doctrina de los cínicos.

Mucha gente confunde los tres términos y le otorga las connotaciones positivas del concepto “ironía” a los otros vocablos. Ahora ya podréis hablar correctamente, y todo gracias a nuncanada. No, de verdad, no es necesario que me lo agradezcáis, lo he hecho de todo corazón.

Profesionales de la seguridad
En la empresa nos sentimos seguros. No hay ninguna posibilidad de que nos roben, nos atraquen o de que un ex-empleado ponga una bomba (alguien sabe donde puedo conseguirla). Se respira paz y tranquilidad. Pero este estado pre-nirvana no se debe a la manifestación del espíritu santo, sino al buen quehacer de dos valientes protectores de la libertad, nuestros hombres de seguridad.
El Señor Pepe, de 70 años de edad aproximadamente, vigila durante las frías horas de la mañana. Con su agilidad y destreza sin par abre la puerta pacientemente a los empleados mientras saluda con un “buenos días!”. Es un hombre sabio, que acumula mucha experiencia en sus canas, y que sabe perfectamente que para mantener el control de la oficina basta con quedarse en el recibidor escuchando la radio y hablando con las recepcionistas. Podría estar en casa tranquilamente, disfrutando de una pensión que seguramente no le permitiría pagar ni la mitad de sus gastos, pero sabe que se le necesitamos y que sin él los trabajadores correríamos riesgos insospechados.
Por las tardes nuestro guardián es el Señor Juan. Un hombre reservado donde los haya, que pasea sus 55 años por la empresa en un silencio solo roto por el walky talky, que de vez en cuando le suelta instrucciones tales como “puede abrir la puerta C, por favor”. De sus años mozos conserva una mirada atenta, cual águila imperial, que guarda a buen recaudo tras las gafas de pasta marrón. A simple vista parece que solo se esté paseando, sin más, pero su segunda familia sabemos que no es así, que nos vigila y protege constantemente.
Ellos son nuestra última barrera de defensa ante la maldad que se esconde tras las puertas de la oficina. Tienen nuestro respeto y admiración. Dios salve a nuestros protectores!

Yo, yo mismo y Nietzsche
Una de las cosas que más me apasionan en esta vida (ya lo he comentado alguna vez), es como las personas se ven a si mismas y como las ven el resto de la gente. Hay más diferencias de las que os podéis pensar. Os pondré un ejemplo para que me entendáis: Todos sabemos quien es el pelota rastrero de la oficina, el que le lame el culo al jefe y no tiene personalidad alguna. Pues si vais a hablar con él y le comentas lo que sus compañeros piensan de él no se lo podrá creer. Te dirá que no, que imposible, que él nunca en la vida ha sido un pelota y que para nada actúa como tal. Yo he hecho este experimento en dos ocasiones y os garantizo que el resultado fue siempre este.
Llamadme egocéntrico y creído, pero yo que pensaba conocerme muy bien y saber como era la imagen que los otros tenían de mí, la semana pasada me encontré con una sorpresa; alguien me dijo que era demasiado serio, que no reía apenas. Y lo fuerte es que años atrás me hicieron exactamente el mismo comentario. Siempre me había acusado de reír demasiado, de parecer un tonto bobalicón feliz de la vida, y resulta que, posiblemente, para el resto de personas no sea más que un tío serio y frío cual témpano de hielo. Por suerte todavía hay cosas en esta vida que me pueden sorprender.
El hecho de que la gente me vea de esta o esa forma no me importa lo más mínimo, lo que me preocupa en realidad es la incapacidad para conocernos a nosotros mismos. No somos más que lo que reflejamos en los ojos que nos miran, sean propios o ajenos. Y entonces, si no somos capaces de conocernos a nosotros mismos, como podemos conocer a los demás, a la gente que nos rodea. No podemos. Paradoxalmente, la subjetividad es lo único que tenemos en común los seres humanos. Pero si esto es verdad, como nos podemos entender, como queremos solucionar los problemas que compartimos y padecemos. Ahora entiendo por que mi profesor de filosofía decía que la locura de Nietzsche era el fruto lógico de su pensamiento.

Esperanza
Hoy he visto la película 1984 basada, obviamente, en el libro del mismo nombre. Me he puesto muy nervioso. Los paralelismos son evidentes para cualquier persona que viva en el primer mundo. No me apetece extenderme mucho en el tema por que me deprimiría, la cuestión es que horas más tarde he escuchado esta canción de Ben Harper y me ha devuelto de golpe la esperanza en el ser humano. Espero que os transmita lo mismo que a mí.

With My Own Two Hands

Now I can change the world
With my own two hands
Make it a better place
With my own two hands
Make it a kinder place

With my own two hands

Now I could make peace on earth
With my own two hands
And I could clean up the earth
With my own two hands
And I can reach out to you

With my own two hands

I'm gonna make it a brighter place
With my own two hands
I'm gonna make it a safer place
With my own two hands
I'm gonna help Jah human race

With my own two hands

Now I could hold you
With my own two hands
And I can comfort you
With my own two hands

But you got to, got to use
Use your own two hands
Use your own, use your own two hands
Use your own, use your own two hands
Oh, you got to use your own two hands


Ben Harper
Diamonds on the inside, 2003

Teo viaja a Almería
Antes de empezar con lo que realmente quiero contar voy a responder brevemente a las peticiones de mi querido público (a que doy rabia?). Me he pasado los dos días metido en la feria de Roquetas de Mar, así que sólo he podido hacer una comida decente (cena) en Almería. Os detallo el contenido y el precio y vosotros mismos juzgáis, a mi no me parece ni muy bien ni muy mal. Restaurante Puga (típico bar de tapas de toda la vida). Tapas: chorizo, jamón, queso, tomate, chipirones, calamares a la romana y gambas frescas. Todo bien, ni correcto ni excelente. Bebidas: muchas cervezas y claras. Precio final de 22€ por persona (tres). Os parece bien señores críticos gastronómicos?
Ahora a lo bueno. Vosotros sabéis aquellos dos personajes de Faemino y Cansado llamados “los cachondos mentales”? Los que salen al final de sus obras, con la copita de coñac, el purito, que van de un sobrao que espanta. Pues están basados en los dos comerciales con los que he estado. Fijo. Vaya tipos, por dios. Un andaluz y un vasco que saben de todo, que sólo hablan y no escuchan, que se ríen de todo el mundo, que creen que tienen mucha gracia y que llevan un calentón encima de tres pares. No digo que sean malas personas, ojo, que conmigo se han portado de puta madre, pero yo dos días más no los aguanto ni harto de vino.
Después de cenar los tíos me llevaron a un “bar” a tomar unas copas. Un bar! Que cabrones; un putiferio, eso es lo que era. Bueno, perdón, me contaron que era un “bar de alterne” (yo no lo sabía pero resulta que no es lo mismo), donde solo hablas con las chicas y les pagas 12€ por copa. En teoría no se acuestan con casi nadie y sólo viven de esos 12€ de los que el bar no se queda nada. Las ponen allí para que venga gente y ganan las consumiciones de los hombres. Ya veis, hay todo un mundo de matices que desconocemos (o al menos yo desconozco) en estos temas. Por suerte uno de ellos y yo estuvimos charlando y sacándonos de encima a las rusas, mientras el otro hablaba con una de ellas. Que vergüenza, madre mía. Patético. A los que me conocéis no hace falta que os diga nada; a los otros aclararles que con esas chicas no cruce más de dos palabras. No me van estos rollos.

Ni puto caso
Nadie cree una palabra de lo que yo digo, de verdad, os lo juro; no me voy a esforzar por que tampoco me vais a creer, pero no estoy mintiendo. Para muestra dos botones.

Ejemplo 1: Yo decía que mi anterior trabajo era un desmadre, que nadie pegaba palo al agua. La gente respondía: “No hombre no, que esto pasa en todas partes”. Cuando les explicaba que los jefes se traían Joysticks para los simuladores, se instalaban un Home Cinema de estos para jugar o hacían carreras de coches teledirigidos en horario de oficina, entonces, y sólo entonces, me miraban como pensando “pues a lo mismo va a ser verdad que allí curran mucho menos de lo normal”, pero no lo decían.

Ejemplo 2: Cuando digo que la compañía donde trabajo ahora es la avaricia hecha empresa la gente me suelta: “Todas las empresas son igual de tacañas, eres un exagerado”. Entonces les cuento como casi ningún comercial tiene portátil, como los Post-It están prohibidos por ser “caros e inútiles” y como 150 empleados de oficina comparten un scanner y una grabadora de CD’s. Después ya no se les ve tan seguros, pero jamás me darán la razón.

Moraleja: No sé que decir, total, tampoco me vais a creer.

Post Post: Mañana estoy de viaje por Almería, así que no creo que pueda escribir. Por cierto... ES VERDAD!

Premios “Incompetente al volante”
Últimamente me da la sensación de que me paso el día en el coche. Entre los 50 kilómetros diarios de ida y vuelta al curro, las inevitables visitas de fin de semana a Barcelona y las escapadas al Zulo hago más kilómetros que el Michael Knight ese. A parte de ganar una experiencia muy necesaria en esto de la conducción, estos últimos meses me han permitido ver que hay mucho, muchísimo, incompetente por las carreteras. Al principio reconozco que pillaba cada rebote en el coche que mis gritos asustaban a los pobres transeúntes, pero ahora ya me lo tomo a risa; tal es así que he tenido una de mis brillantes ideas (temblad malditos), los Premios “Incompetente al volante”.
Os cuento. Un jurado formado por la gente que a mí me diera la gana (que pasa son, mis premios), y que yo considere que conducen correctamente, dispondrán de unas pegatinas aún por diseñar donde se verá claramente el nombre del premio. A razón de 12 al año (para que no se emocionen), las podrán entregar o pegar al coche que se lo haya ganado. Cualquier vehículo que circule por la carretera es susceptible de recibir el galardón, a excepción de aquel que tenga una L. Los parámetros por los cuales se juzgará a la gente serán estrictos y fieles a la normativa de transito y el sentido común. Pasar de los intermitentes, frenar o acelerar sin sentido, molestar a los otros conductores, pasar del tercer carril al último de una glorieta en medio segundo, obligar al resto de coches a probar sus ABS, etc. Este tipo de infracciones que no provocan accidentes por suceder a baja velocidad dentro del casco urbano, pero que joden sobremanera.
El objetivo a largo plazo sería conseguir unos conductores más concientes y solidarios con sus vecinos. Un poco utópico, no lo voy a negar, pero si un tío se encuentra la segunda pegatina en el coche seguro que le hace reflexionar y preguntarse si no va a resultar que el mal conductor es él y no el resto.
Se abre el periodo de inscripción para el puesto de jurado (remunerado únicamente con el placer de enganchar pegatinas). Vacantes: Tantas como sean necesarias.

Un buen día
Ayer fue un día casi perfecto. Si, si, uno de aquellos sábados repleto de cosas que hacer con gente diferente, cosas que te gustan y te divierten.
A las 10 tuvimos el segundo ensayo con la banda. A la formación existente (dos guitarras y batería) se le añadían un bajista y un guitarra acústica cantante. La primera vez salimos francamente desilusionados al ver que nada sonaba como debería, así que esta vez estaba bastante receloso y con miedo a no poder superar una segunda decepción. Pero andaba totalmente desencaminado, lo de ayer fue pura magia. Cinco novatos armados con instrumentos baratos jamás sonaron tan bien. Si señor, ahora ya podemos decir que tenemos una banda de Rock & Roll mientras nos subimos el cuello de la chupa de cuero.
Una vez guardada la guitarra en el maletero me puse en camino corriendo hacía Vilafranca para jugar la primera partida de rol del año (si es que en friquismo no hay quien me gane). Toda la tarde debatiéndonos entre la vida y la muerte, eso si que es sufrir. Cual película de las Vegas al final nos salvamos con un milagroso 100 que dio la muerte al Rata y nos permitió seguir avanzando y sufriendo.
De regreso al pueblo nos fuimos a celebrar la entrega del proyecto de Guillem con todos los amigotes. Después de escuchar tantas veces el “no podré venir por que estoy liado con el proyecto” todos teníamos ganas de que se lo sacase de encima de una vez. Ahora ya tenemos un señor arquitecto en el grupo. Pizzas del Diablito, sangrías y una cuenta mal hecha nos alegraron todavía más la noche.
Ya veis, un día casi perfecto, y digo casi por que no pude asistir a otra cena a la que me habían invitado y tenía ganas (sorry Kala!).