Nieve y maletas en St. Cugat
Imagina que alguien (alguien raro, eso sí) te pide que le digas como sería tu día ideal para realizar una mudanza. Ahora voy a demostrarte mis poderes mentales, voy a decirte lo que seguro que nunca le dirías a este tipo de intereses tan sinpares.
Nunca le dirías un día de mucho frío, un día de aquellos que llega a nevar en un pueblo donde a lo sumo nieva una vez al año. Un día en que los coches se dedican a hacer patinaje artístico por el asfalto, con los accidentes que una actitud tan alocada pueden acarrear. Un día en el que la suma de frío y cargar trastos deja tus manos con una sensación de hormigueo muy extraña, pero eso sólo cuando las sientes, claro. Un día en que el que te puedes sentir afortunado si la temperatura de casa llega a subir de los 16 grados. Un día que, todo sea dicho, recordarás siempre y no sólo por las vistas nevadas que tenías comiendo en casa, sentado junto a M y un calefactor.

Dejémonos de hipocresías
Señores, reconozco que este blog nunca ha gozado de un espíritu crítico y profundo hacía la sociedad. Sí, no lo voy a negar, la niñería y la autocompasión han llenado miles de líneas sin sentido, sin aportar nada a la suciedad (no es una errata) en la que vivimos.
Esto va cambiar. Hoy, ahora y aquí voy a sacar un tema de raíz social, un tema que nos afecta a todos aunque a veces lo neguemos. Aquí va: El bidet no sirve para nada. No seáis hipócritas y reconoced que lo tenéis en casa sólo por el que dirán, por que es más fácil andar el camino de la mayoría que recorrer el sendero de la auto convicción. Desde aquí propongo que luchemos en contra, aunque seamos una pequeña minoría mal vista por la sociedad, voto por sacar el bidet de los baños ya de por si pequeños y aprovechar para ganar de esta manera casi un metro de carísimo suelo.
Reflexionad al respecto. Tomaos el tiempo necesario, hay decisiones que no se pueden tomar a bote pronto. No quiero apretaros, sabed que mi llave inglesa siempre estará a vuestra disposición para liberaros de las ataduras que os mantienen esclavos de vuestro mini-baño.

En casita
Estoy en casa con gripe. Bueno, a decir verdad no estoy seguro de que sea gripe, y paso de ir al médico para averiguarlo. Ir a la seguridad social es una pérdida total de tiempo. En cualquier caso, ahora ya me encuentro mejor, así que parece que esto termina.
Desde noviembre que estoy medio enfermo. No hay manera, no termino de salir del catarro que ya estoy con una gripe, primero normal y luego intestinal. Ah, y tos, mucha tos desde finales de diciembre. Vaya, que estoy como un toro.
Aprovecho para contaros que el viernes fui de cena con los antiguos compañeros de trabajo. Me llevaron a un sitio de gracia llamado Wonka que está bastante bien. De primero una cremita de lentejas con bacon, después unos raviolis de sobrasada a la crema de almendras, y para terminar un pastel de chocolate Wonka que madre mía. El lugar esta es un restaurante-tartería, así que no se descarta comprar toda una tarta entera para relamerse de gusta en casita.

Silencio
Como Ann, que buscaba su momento de trascendencia sin éxito en “Mi vida sin mí”, yo también busco el mío sin encontrarlo. Supongo que sólo pasa en las películas, aunque creo que Ann no pensaría lo mismo.
Si ella lo esperaba con los brazos abiertos debajo de la lluvia, sobre la hierva mojada, yo lo hago mirando una piscina cada día. No le dedico mucho tiempo, como mínimo no tanto como me gustaría, sólo el tiempo justo de pasar a su lado cada mañana. Es una piscina gigante, de un azul intenso. De sus aguas calientes huye vapor, mucho vapor que nubla la vista y crea un paisaje extraño, casi hipnótico. En él te perderías como si fueses una partícula de vapor desordenada, dejándote llevar por las fuerzas de la naturaleza.
Un momento de trascendencia es aquel en el que el protagonista de la peli ve las cosas claras. Una luz le ilumina diciéndole quien es, de donde viene y donde quiere llegar. Es la linterna que ilumina tu mapa, un mapa que llevas gravado en tu alma pero que no eres capaz de ver perdido como estás en el reloj, el trabajo, el dinero... Es verse a uno mismo desde fuera y tener una imagen clara de quien es ese tipo. Es deseable, o no. Lo es si tienes que salir reforzado, si realmente funciona y te devuelve la visión de tus objetivos. A mí me daría miedo y, bien pensado, no sé si lo quiero. Prefiero andar perdido en el día a día a saber que estoy más perdido de lo que creía. Creerme poco a saberme nada. Esperar al tiempo a perder la esperanza en él. Prefiero nadar en esa piscina azul y caliente a ver que, en realidad, no hay piscina.

Si Cousteau levantase la cabeza
Wes Anderson es un tipo diferente, peculiar, y esto es tan innegable como su capacidad para convencer actores consagrados de que intervengan en sus rarezas. Repasemos:
Primero fue "Bottle Rocked", de la que no voy a hablar por que no la he visto, pero que sirvió de trampolín para unos desconocidos Luke y Owen Wilson que le acompañarían en el resto de sus trabajos. A continuación, sin casi currículum en su haber, el amigo Wes convence a Bill Murray (por aquel entonces bastante desaparecido) para coprotagonizar aquella frikada llamada “La Academia Rushmore”. Es una peli que se deja ver, aceptable, aunque por rara no me atrevería a recomendarla en la vida. No fue precisamente un éxito de público, pero recogió nominaciones y algunos premios de cine independiente.
El siguiente paso fue todavía más espectacular. Anderson convenció nada menos que: Gene Hackman, Anjelica Huston, la anoréxica Paltrow, Ben Stiller, Danny Glover y otros, a parte de a Murray y a los Willson, para salir en “The Royal Tenenbaums”, la historia de una familia apoderada y rara de cojones. Muy en su línea. A destacar el personaje de Stiller, el vestuario y la cinta de tennista de Richie Tenenbaum.
En el videoclub podréis encontrar, desde ya hace un tiempecillo, su última marcianada: "Life Aquatic", una parodia del mundo de Jacques Cousteau. Para mí, esta es la película más honesta de Anderson, ya que la imaginación que siempre ha alimentado la historia y los guiones de sus pelis, por fin pasa a verse directamente en ella, toma cuerpo en forma de animales fantásticos sacados de la imaginación de un niño.
No voy a recomendar a nadie ninguna de sus pelis por que hay que ser muy freak para que te gusten, y si eres tan freak seguro que ya lo conoces. A mí no me gustan mucho, le doy puntos por su imaginación, y le quito bastantes por el ritmo lento y por lo errantes que parecen en muchas ocasiones.

Formula de la mala televisión

Jackass – locura – mala leche – gracia – dolor + tías buenas = 6 Pack

Primer post del año, y?
Ya estamos aquí otra vez. Yo no me he marchado, aunque tampoco he escrito. No he tenido nada de vacaciones, solo el puente este de tres días pasados por agua, de relax y buena compañía. Así que mañana será un lunes cualquiera, igual que lo fue el anterior. Es lo bueno de ser un pringao, que no tendré crisis post-vacacional como muchos de vosotros; sé que es una tontería, pero algún consuelo tengo que buscarme, joder.
Ya hice el típico post del 28, de inocentadas y tal, así que no voy a hacer ninguno de año nuevo y buenos propósitos. Es que yo no gasto de eso, prefiero aquello del “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.
De las navidades no os puedo contar muchas cosas por que me las he pasado en la oficina. Eso si, me he puesto los kilos de rigor, he gastado y he visto la cara de felicidad de algunas personas al abrir mis regalos.
Ahora me he acordado, casi se me pasa, de que tengo que rajar del Razzmatazz. Si el año pasado nos hicieron pasar el mejor fin de año, lo de esta ocasión se acerca mucho a la peor. La mala organización (y eso ya es decir mucho, por que creo que en realidad no hubo organización) nos partió en dos la noche: antes de la cola de entrada y después. Se puede ser más inútil? personalmente creo que no, y que cuando las cosas van mal se tienen que cambiar aunque represente reorganizar los planes, pero esta visto que para esta gente no. La música fue francamente lamentable. Ah, y lo de las camisetas es de dos dedos de frente, por favor, la gente que gasta una S es la minoría, tira más Ms, campeón! El año que viene ya sé donde no voy a ir, sólo espero tener la fuerza de voluntad y la memoria suficiente.
Hasta aquí el primer post del año. Que os vaya a todos muy bien y tal y cual.