22/6/04

Un mal día... en la línea
Sé que mi estado anímico de estos últimos días no ha sido como para tirar cohetes, la cual cosa parece una contradicción acercándonos a St. Juan, pero como dice el amigo Tolaemon: “tienes todo el derecho del mundo a estar depre”. Pues si.
El día de hoy ha seguido la tónica estableciendo nuevos récords. Para empezar, a modo de despertador de choque, casi dos horas de caravana y pasar al ladico de un fiambre tapado con su manta en medio de la autopista. Después curro, sorpresas desagradables, pocas ganas de trabajar, marrones y recordar que la mejor persona que he conocido en la empresa dejó de trabajar en ella el viernes. Comida de fiambrera y aire acondicionado arañando a mi garganta. Aguantar más pesados al teléfono y perseguir a los proveedores. Caravanas y más caravanas hasta llegar a casa. Finalmente quedar con los amigos para que te digan que: Lo que te has empollado de One (U2) para el próximo ensayo no sirve de nada, que igual no hay ni cena para St. Juan y que de esas vacaciones a Tenerife que tanto te apetecían nada de nada, una semana de excursión en autocaravana a lo guarro y pa casa. Como soy un rabioso he descargado mi mala leche contra ellos, les he dejado a entrever que igual me montaba algún otro plan; ahora me arrepiento. Es una mentida claro, no tengo ninguna otra opción y además ya me había comprometido con ellos; mañana pediré disculpas por haber descargado mi ira con ellos, y me encargaré de descargarla con algún otro.

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