Poco a poco
Lo mejor del ensayo de este fin de semana no ha sido la incorporación de un nuevo miembro, la teclista. Tampoco que gracias a ella consigamos que nuestra adaptación de Starsailor sea casi tan desgarradora como la original, ni que “Love will tear us apart” se convirtiera en un éxito contra todo pronóstico. Seguro que no fue por el nivel al que tocamos, que a pesar de la opinión de algunos optimistas, fue francamente bajo. Y, aunque se pueda pensar lo contrario, tampoco se debe a que yo tocase todas las canciones de pie, como los guitarristas serios.
No señor, lo mejor de todo es que cuando dejamos los instrumentos y nos fuimos a comer todos juntos. No sé cuanto rato nos pasamos en el chino, pero no paramos de hablar de música, cine, televisión, enfermedades (glups) y trabajo (esto lo tendremos que eliminar). Nos lo pasamos de puta madre y, por primera vez, empezamos a actuar como un grupo de amigos más que como los conocidos que se encuentran para tocar. Fue un verdadero gustazo, igual que lo fue tocar con ellos. Esperemos que sólo sea la primera de muchas fiestas con la “banda”.