Cuestión de formas
No tengo una postura clara sobre la mayoría de cosas importantes de la vida o, al menos, aquellas que la gente suele considerar importantes. Ni política, ni temas sociales, ni éticas, ni filosofías. Me pasa que, conversando con la gente, suelo entender la mayoría de opiniones. En definitiva, si os cuento esto es por que no suelo discutir, y cada vez lo hago menos, pero el otro día lo hice. A ver, una discusión no fue, ni tan solo una conversación acalorada, se trató solo de dos opiniones contrapuestas, la cual cosa ya es mucho tratándose de mí.
Resulta que una compañera estaba indignadísima por que había ido al Palau de la Música a escuchar a Mozart, y la gente no iba arreglada. También se quejó de que muchas personas habían aplaudido cuando no tocaba, cosa sobre la que no voy a opinar por que me parece más normal. Ahora bien, me joden sobremanera los formalismos, y esto de que a escuchar música clásica se tenga que ir de etiqueta lo veo como un anacronismo. No solo eso, si no que es una clara muestra de elitismo, de falta de voluntad democratizadora y de pretendida superioridad social. No se escucha mejor la música por ir con corbata, así que no tiene ninguna explicación. Tu ve vestida como quieras y deja que los otros hagan lo mismo. Vive y deja vivir.
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