Antecedentes
La mayoría de vosotros ya lo sabéis. Al resto os debe dar absolutamente igual. Si lo hago es por que lo necesito, así que os pongo en antecedentes.
El pasado agosto dejé el trabajo por que no me gustaba. No era feliz. Suena utópico y quizás infantil y tonto; pues si, soy yo. He tirado una carrera profesional y un muy buen sueldo por la ventana. Sencillamente, no podía continuar así.
Desde entonces vivo del paro acumulado en estos 6 años de oficinas y de mis ahorros. Me he intentado meter en el mundo inmobiliario, donde sólo he conseguido perder dinero y darme cuenta que tampoco me gusta.
También estoy intentando entrar en el negocio de la música. Estoy de manager de un grupo que empieza a ser grande, con la esperanza de conocer mucha gente y de que en un futuro pueda vivir de esto que, ahora si, me hace bastante feliz. No sé si lo conseguiré, hay algunos días que creo que sí, y muchos otros que no. El mundo de la música en catalán está muy complicado, y no tengo la experiencia suficiente como para que alguien me emplee.
Debería ser feliz. Lo que hago me gusta, no me estreso lo más mínimo y de momento tampoco paso hambre. Pero no consigo quitarme de la cabeza que de momento vivo gracias al paro, que lo de la música no arranca y que en septiembre deberé decidir si ponerme a buscar un curro o seguir con esto. Tampoco puedo evitar sentirme fatal sabiendo que estoy en el paro, o que por primera vez en mi vida mi cuenta de ahorros resta mucho más que suma. Me da la sensación de escuchar unas carcajadas enormes, las de mis “amigos”, que se ríen a mi espalda por haber tomado esta decisión, como en otras ocasiones ya lo han hecho.Hoy no estoy muy animado, lo reconozco.
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