27/8/03

Pedro y el lobo
Pues si, finalmente Pedro se tropezó con el lobo. Un año después de empezar a bajar al pueblo gritando “Que viene el lobo!” sin ser verdad, ayer le vio las orejas y bien de cerca. En definitiva, que me han despedido. Tal como anuncié en el último post, ayer nos echaron a 4 personas (mi jefe y yo incluidos) e invitaron a dos más (las embarazadas) a abandonar la empresa.
Las condiciones de mi despido rozan un poco lo surrealista (como mi vida en general). Me han entregado el papel del despido y el del finiquito y todo esto, pero no se hace efectivo hasta el día 31 de octubre. Esto quiere decir que tengo dos meses para encontrar trabajo, durante los cuales seguiré currando y cobrando como hasta ahora; bueno, rectifico, como hasta ahora no, ya que mi dedicación puede bajar de forma espectacular. Posiblemente sea la mejor forma de que te echen, dándote 2 meses de margen, así que por aquí no me voy a quejar. De hecho no me voy a quejar por nada, ya que me imagino que deben tener buenos motivos para justificar estos despidos y, en definitiva, es una decisión del empresario.
De momento hoy empiezo el plan para encontrar trabajo. Lo primero que voy a hacer será invertir en algunas cosas necesarias (gafas y traje) para dar buena impresión en las entrevistas. Después explotaré al máximo mi lista de contactos. Finalmente rebuscaré entre headhunters, empresas del sector y cualquiera que se me ponga a tiro. Sé que la cosa está mu mala y que mis contactos son limitadísimos, pero la intuición me dice que debo tener confianza, que algo encontraré en un plazo razonable de tiempo.
Antes de terminar este post me gustaría agradecer los ánimos que me transmitieron ayer (por este blog o en persona) todos los amigos, especialmente a Jordi, que me asesoró legalmente y sin el cual hubiese ido muy perdido. Te debo una cena!

No hay comentarios: