29/9/03

Curioso lugar
El viernes salimos algunos amiguetes de marcha por Barcelona. Con este grupo no acostumbramos a pasar las fronteras de nuestro pueblo, así que esta escapada fue toda una novedad.
Primero fuimos a tomar unas copas por la zona del Universal (desconozco como se llama este barrio), donde nos llenaron de flyers y alcohol adulterado. Es curioso como en un lugar tan sumamente pijo te pueden endosar tal porquería. Después de dos copas de espera llegamos a la conclusión que la gente que faltaba no vendría, así que nos fuimos ya para la discoteca. Debo decir, a modo de excusa, que no la elegí yo. A uno del grupo le hacía ilusión probar el Get Back (Balmes justo encima de Diagonal), y yo ya iba demasiado alegre como para protestar. Total, que allí terminamos.
Debían de haber pasado tranquilamente 3 años desde mi última incursión en este local y, la verdad, las cosas no habían cambiado mucho. La música es totalmente ecléctica, y te pasan de Grease, a Malena Gracia o Fatboy Slim sin pestañear. Pero lo mejor es el personal. Eso parecía un reportaje de la National Geographic, “La caza del tiburón blanco” se podría titular. Creo que a cada chica le correspondían 3 tiburones hambrientos. Era digno de estudio sociológico ver los movimientos de estos personajes que, cubata en mano, rodeaban a las chicas con los ojos abiertos como platos y, después de unas vueltas de análisis, les entraban con cualquier comentario erótico-festivo. Normalmente ellas no tardaban más de dos minutos en quitárselos de encima, pero claro, lo suyo es un acto de pura fe en las leyes de la probabilidad, así que una negativa no les desanimaba lo más mínimo.
Nosotros nos lo pasamos francamente bien. Fuimos a la nuestra, sin pretensiones de ligoteo ni expectativas superiores a hacer el burro un poco en la pista de baile. Lo más curioso del tema es que las chicas no pararon de acercarse en toda la noche; supongo que ante lo peligroso de los tiburones buscaron refugio en las pacíficas ballenas (vaya metáfora más horrorosa me ha salido, y más ahora que he conseguido perder 23 kilos). Incluso sospechamos que alguna de ellas podría querer algo. Por mi parte debo decir que los 5 cubatas no me hicieron perder la vergüenza, así que terminamos marchándonos solos como ya viene siendo habitual.

No hay comentarios: