2/9/03

De trenes y libros
Hay mucha gente en los trenes. En serio. Me acuerdo de hace tres años (ya parezco un abuelo) cuando no tenia demasiados problemas para sentarme yendo al curro. Ahora mismo es casi imposible. De hecho, el problema ya empieza a ser tan evidente que en la estación de Provença han tenido que poner esas puertas para evitar que algún día suceda un accidente.
Que esté tan lleno provoca calor y una notable incomodidad al viajar, pero lo que a mi más me jode es no poder sentarme.
Mi interés por la lectura empezó el primer año de universidad, cuando me encontré con que tenia que perder 1 hora al día viajando de Sant Cugat a Barcelona. A partir de entonces, y de eso hace ya 8 años, he tenido que hacer el mismo recorrido casi a diario. Después de todo este tiempo he aprendido que me gusta leer, pero también que no lo haré en casa mientras tenga televisión.
En resumen, que como los trenes van a tope y no me puedo sentar ya no hay quien lea tranquilamente ni el panfleto que regalan los Ferrocarriles. Un desastre. Tendré que encontrar otro lugar/momento para dedicar a tales menesteres.

No hay comentarios: