Elegí un mal día para dejar las drogas
Una de aquellas mañanas en las que la cama parece que no te quiere desatar. Te arrastras al baño, te afeitas casi sin abrir los ojos y dejas que la ducha calentita te recuerde quien eres y por que no estás durmiendo. Al poco entra alguien (tu padre) y suelta:
-Hoy no podrás coger el coche para ir a la oficina?
-Qué?
-La puerta del parking está atascada y no hay manera de abrirla. Lo he probado con el vecino del ático pero no se puede, está fuera de guías.
-Qué?
-Te tendrás que buscar la vida por que mi coche está averiado y yo tendré que ir en tren.
-Qué?
-Igual puedes coger un taxi.
-Qué?
Sales de la ducha con el turbo puesto. En menos de 10 minutos te has vestido, bajado al parking y ensuciado las manos sin conseguir nada, has llamado al taxi y esperas en la puerta. Llegas sin más problemas al curro pero con 20 Euros menos; prefieres no hacer números.
Reunión estratégica toda la mañana. Llevas un mes y todavía no te enteras de nada, así que te callas como viéndolas pasar. Una sonrisilla cuando alguien diga algo gracioso y después levantas la ceja como el Tilk de Stargate para hacer ver que te enteras de mucho y que tu cerebro trabaja al 150%. Después de comer visita al almacén a ver unas máquinas recién llegadas de China. Mucho frío y las manos sucias. Se pasan 5 minutos paseando alrededor de una máquina y tú no sabes que decir. Adivinas que un: “Esto va a pilas?” sería una broma que debes evitar.
A las 5 tienes otra reunión pero se retrasa por culpa del jefe. A las 6 menos 10 te llama. La persona que vive cerca y estaba dispuesta a acercarte se pira, lógicamente, cuando ve que el tema se alargará. Sales del curro a las 8 y un compañero te acerca a la estación de tren de Provença. Llegas a las 9:15 a casa, cenas, escribes en tu blog (donde no puedes contestasr unos comentarios por que el servicio no está operativo) y te vas a dormir.
Vaya, quién no ha tenido un día como este alguna vez?
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