1/3/04

Kill Bill: Vol. 1
A Tarantino no le han puesto las cosas fáciles. Una crítica volcada y más fans que el mismísimo Ricky Marflins llena de presión a cualquiera. Él mismo se ha puesto las cosas difíciles, pues a ver quien es el guapo que supera el nivelazo de sus dos primeras películas. Tal es así que el hombre se ha tomado un tiempecillo hasta sacar su última trabajo, el “4th Tarantino’s film, Kill Bill 1”, como él mismo ha puesto al empezar.
Como no puedo hablar del argumento ya que soy de los pocos que la ha visto (si, me estoy haciendo el chulo), me voy a dedicar a hacer una valoración un poco por encima. Para empezar decir que se nota que Tarantino se ha volcado al 200% en Kill Bill. Ha querido responder a las expectativas y impresionar a propios y ajenos. Por este motivo se ha dedicado a buscar todos los efectos de postproducción o realización que ha encontrado y los ha pegado con sus tijeritas y un poco de celo. Planos paralelos (a l’estilo de “El secreto de Thomas Crown”, la original), esporádicos efectos matrixeros, potentes chorros de sangre a l’estilo japonés, montaje desordenado de este que está tan de moda (véase “Memento” o la recién “21 Gramos”), juegos con el blanco y negro, montajes de luces en escenarios sombreados como los de Carlos Saura en “Tango”, etc. En fin, que el tío es de los que culo veo culo quiero. En cualquier caso todo ello no logra disimular un argumento flojo y tópico que no dista mucho de cualquier film clásico de Bruce Lee (el chándal de la protagonista no es casual) , pero me parece que este tampoco era el objetivo de Tarantino. Él quería hacer una película de ostias sin más, con buenos (buenas en este caso) duros de la ostia y malos sin corazón. Y lo ha conseguido, de esto no tengáis ningún tipo de duda.
En resumen: Que si te gustan las catanas y las ostias no te las puedes perder. Si eres un fan del Tarantino da igual lo que te diga, seguro que estarás allí. Y si lo que te gustan son los diálogos de “Reservoir Dogs” mejor te quedas en casa y te pones la conversación de Like a Virgin otra vez.

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