El paisaje más increíble del mundo
Me imagino un mirador grande, al lado de la carretera, donde la gente llegaría con autobuses repletos para ver esas maravillosas vistas. Allí les esperarían equipos de psicólogos y médicos preparados para atender el impacto emocional que tanta belleza provocaría. Estos doctores serían gente formada y preparada, todos ellos habrían superado un estricto control y una formación que les permitiría minimizar los efectos de accidentales visiones de dicho paisaje.
En el mirador, sentados en rocas y con los pies colgando, esqueléticas personas enchufadas a suero permanecerían pasmadas, incapaces de reaccionar, con la mirada cristalina enfocada al infinito. Esos seres jamás se recuperarían y, muy posiblemente, morirían allí contemplando una belleza inimaginable.