El concierto
Me parece que no exagero demasiado si afirmo que he ido a muchos conciertos en mi vida, seguro que a más que la mayoría de la gente. He escuchado desde rock duro a New Age y desde el pop alternativo al más comercial, pasando por la mayoría de ritmos y estilos que os podáis imaginar. Siempre, o casi siempre, he disfrutado de los conciertos, pero hasta el viernes nunca me había planteado cual era el mejor de todos ellos. El viernes, al salir del Pavelló municipal d’esports de Cerdanyola, me puse a pensar si ese era el mejor concierto al que había asistido nunca y probablemente la respuesta sea afirmativa.
Para empezar el mejor blues directo desde Chicago. Como estrellas Bob Margolin (guitarra y voz) y Mr. Carey Bell (harmónica y voz). Por unos momentos el pabellón se convirtió en un pequeño y humeante pub de Chicago, donde los estándares de blues se repetían con improvisaciones imposibles. 4 músicos fueron suficientes para dar una lección que no olvidaremos nadie de los que estábamos allí. Impresionante.
De la pequeña banda pasamos a la orquestra de Solomon Burke, uno de los pocos soulman clásicos todavía vivos. Nada más y nada menos que 12 músicos que repasaron todos los clásicos del soul acompañados de la increíble voz de su líder. No soy capaz de describir como sonaban aquella gente y mucho menos de haceros comprender lo que disfruté escuchándolos. Hubo momentos épicos, absurdos y cómicos, todo un conjunto que hizo de aquel concierto algo muy especial.
Os digo una cosa, a partir de ahora no me pienso perder ninguna edición del Festival Internacional de Blues de Cerdanyola, y si os gusta la música deberíais hacer lo mismo.
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