10/1/05

Resaca vacacional
Las vacaciones dejan en mi un rastro innegable, sean estas de dos semanas o de 4 días, da lo mismo. La primera consecuencia post vacacional es el sueño. Tiendo a cambiar la noche por el día en un pis pas, de manera que me acuesto a las 5 de la madrugada y me levanto a las 2 del mediodía. No existen las mañanas, solo las tardes que se convierten en anocheceres y en largas madrugadas. Esto está muy bien mientras duran las vacaciones, pero el primer día de trabajo es durísimo. Esta noche he dormido ni más ni menos que una hora, he sobrevivido gracias a los cafés y a l’estrés, que te mantiene despierto quieras o no.
El segundo efecto es todavía más visible: los kilos de más. Por constitución tengo tendencia a engordarme, así que me mantengo en un constante semi-régimen que me permite tener un peso correcto. Claro que cuando llegan las vacaciones, y más si son navideñas, los días se acumulan alrededor de una mesa cargadita y venga a comer y a comer. En los postres te sientes como el hombre de “Monty Python’s meaning of life”, que si te comes un bombón más revientas. Total, que ahora toca ensaladitas para comer y cenar a ver si recuperamos la “buena” forma, o como mínimo para ponerte tus propios pantalones sin miedo a sacar un ojo a nadie con el botón.

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