My cave
En taxi por las calles de Madrid, de noche, con la sangría en las venas; me invade la melancolía. Me recuerda Paris. Cibeles, la Puerta de Alcalá. Me dormiría en el taxi sin importar nada, sin preocuparme de nada, dormir y ya está. No volver a despertar.
He ido a cenar con el amigo Tyler. El real, no el imaginario (vaya, eso me parece a mí). Es una pena que nos veamos tan poco, es alguien con quien puedes hablar de todo durante horas. Ha estado bien pasearnos los dos por una ciudad desconocida, como turistas de una sola noche.
Jandro tenía razón pero no se lo digáis, ahora no nos oye, susurro. No me había enamorado de ella, solo de tener una ella con la que estar. El efecto Primer Tren, como lo solemos llamar entre risas. Me habría enamorado de ella, estoy seguro.
Antony and the Johnsons tocan mientras escribo. Con su voz mis palabras se vuelven aterciopeladas y flotan hasta estrellarse en las paredes de la habitación. Es curioso, estaba animado hasta el momento en que me he sentado frente el ordenador. Supongo que aquí no puedo disimular. No quiero.
-nuncanada, esto es demasiado patético incluso para ti.
-Lo sé. Ha sido mi última concesión. Espero.
-Yo también lo espero. Ya te vale.
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