Últimos coletazos
Hace unos días, cuando anuncié aquí que me iba, os comenté que me estaban poniendo las cosas muy fáciles. Nada de contraofertas, cabreos o malos rollos por la decisión de dejar la empresa. Que equivocado estaba, la cosa sigue exactamente igual, pero esto si que supone un mal rollo.
Llamadme lo que queráis, pero no me gusta. Me incomoda que pongan cara a pajarito diciéndome que es una pena, que no era solo un compañero de trabajo, que me echaran en falta. Y encima ahora me organizan una comida de despedida para el próximo lunes (el último día), con jefes y media empresa, en la que ya os aseguro ahora que lo voy a pasar fatal. Buf, con lo que me emociono yo. Dios, que trauma puede causarme eso, dejará secuelas para el resto de mi vida.
Mañana fiesta. Bueno, curro normal y después St. Joan. Cena y copas de tranquis con los amigos cerca de la playa, de relax, espero. También espero que no hayan petardos, los odio, es un trauma infantil que arrastro sin poder solucionar. La coca si me gusta, sobretodo la de comer, la otra como que no la he probado (todavía, nunca se sabe). El cava ni fu ni fa, aunque no la desprecio por su contenido alcohólico. Que más puedo decir de la fiesta de St. Joan? no sé, es que nunca me ha hecho mucha ilusión, la verdad.