1/2/06

Vivir sin. Parte 1. El sofá.
No tenemos sofá y no, este no es un post para decir que se puede vivir perfectamente sin sofá, más bien todo lo contrario. Vivir sin sofá es una putada o, exagerando sólo un poquitín, diría que vivir sin sofá es no vivir. No sabéis lo triste que es sentarse en una silla, después de comer, delante del televisor. Por no hablar de lo incómodo que resulta. Es que casi se te pasan las ganas de ver la tele y todo (cuando ya ves lo que dan se te pasan del todo).
Habéis pensado alguna vez en lo importante que es el sofá, en el papel crucial que juega en la evolución de la humanidad? El sofá, amigo y amigas, es el principio y el final de todas las cosas. Todo empieza con un “joder, llevó todo el día en el sofá, debería levantarme y hacer algo”, y termina con el “me he ganado un rato de sofá”. La humanidad hace lo que hace sólo con un objetivo, el de poder tumbarse después a descansar en el sofá. El sofá lo es todo y los presocráticos iban equivocados. Que diablos os pensáis que hizo dios el séptimo día?

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