Si el estrés fuese esto

Jueves: Rodaje de videoclip. De 4 a 4, 12 horas seguidas de controlar un poco a la gente y no hacer nada. Cansino y aburrido. El momento curioso del día fue cuando los de la tele que habían venido para hablar del clip me piden una entrevista; se la concedo por que me hace ilusión, a pesar de ir despeinado y guarro. Por suerte sólo se verá en las teles locales catalanas.

Viernes: Dormir, dormir y dormir. Después contestar unos mails y compra semanal. Del resto no me acuerdo. Sin más.

Sábado: Barbacoa con los amigotes, que ya tocaba. Estos días me gustan mucho. Claras, risas, frikadas y horas que pasan rápidas. Os habéis fijado que los últimos en llegar (cuando el plato ya está en la mesa, claro) acostumbran a ser los primeros en pirarse? Deben venir por compromiso, por que para estar con la gente seguro que no.

Domingo: Comida semifamiliar en Prats del Lluçanès, bonita y pequeña población que está aproximadamente a tomar por saco. Es día de mercado tradicional, y los olores a embutidos y quesos artesanos te agarran de la camisa pidiendo a gritos ser comprados y devorados. Como no hay presupuesto (es lo que tiene el mundo de la música, no me quejo) al final sólo nos compramos una herramienta de cocina que hacía tiempo que buscabamos.