17/9/03

La vida padre
Dicen que la tormenta siempre viene precedida por la calma, y que cuanto más grande es esta última, más fuerte es la tormenta. Si esto es cierto a mí me espera un chaparrón de los que hacen época, ya que ahora mismo mi vida se define por la calma total.
Calma total en el tren, puesto que cojo uno que sale a las tantas y que va medio vacío. En el trabajo mucho estrés que digamos no hay; llego tardísimo y solo preciso de una hora para poner al día los temas más importantes, después a navegar por Internet o a jugar. Quizás mi mayor actividad ahora mismo vaya enfocada a la búsqueda de trabajo, pero como la cosa está tan muerta no hay mucho que hacer.
Como tampoco no he empezado ni guitarra ni inglés, las tardes se dedican a hacer algunos encarguillos y a poco más. Y las noches de televisión se combinan con las de cine o las cenas de fin de semana.
Ya veis que plan de actividades tan escalofriante que llevo encima. Cualquier día la cosa cambiará para bien o para mal, pero que me quiten lo bailao. De momento a vivir que son dos días y a aprovecharnos de estas extrañas semi-vacaciones pagadas que me ofrecen en el curro. Por el ritmo de vida que llevo y la cantidad de trabajo que hago (o, mejor dicho, que no hago), cualquiera diría que me han convertido en uno de los jefes de la empresa!

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