27/10/03

Tema delicado
Vale. Ya está, no hay más remedio. Hoy toca hablar de un "problema" importante que llevo arrastrando desde hace ya demasiado tiempo: el idioma de este blog. Hasta ahora había retrasado lo inevitable por que solo nos visitaban 3 personas, pero ahora que ya son miles (y quien dice miles dice cientos... decenas.... vale, 6 personas), el tema se tiene que tratar abiertamente, y espero que esta vez comentéis y os quedéis a gusto.
En realidad, ahora que lo pienso, la cosa no es tan complicada. Yo soy de Barcelona y habitualmente hablo en catalán con la familia, los amigos y la mayoría de la gente del trabajo. Pero cuando el amigo Martillo de Thor me introduce en todo el mundillo de los blogs y empiezo a crear mi pequeña lista de favoritos, me doy cuenta de que hay pocos en catalán y que, además, ninguno de ellos me gusta tanto como para leerlo diariamente (hoy esto ha cambiado). Así que, cuando me decido a crear el blog, este sale sin pensarlo en castellano, de forma natural.
Los amigos se extrañan de que un tipo con tanto acento se ponga a escribir en castellano, pero creo que sus críticas no son más que una broma simpática (espero). Por otra parte, me parece que escribir en castellano me aporta dos ventajas interesantes: puedo llegar a más gente y mejoro mis habilidades con el idioma que más usaré en mi carrera profesional. No hay que darle más vueltas, y me parece que hablo en nombre de todos los catalanes que escriben en castellano al decir que este hecho no tiene nada que ver con nuestros sentimientos hacía Cataluña ni nuestras tendencias políticas.
Otro punto más delicado es el de los comentarios. Yo ni quiero ni voy a obligar a nadie a que escriba en esta o esa lengua, pero me parece lógico que si la gente quiere decir lo que piensa, lo diga de manera que le pueda entender cualquier lector de la página. En cualquier caso, que cada uno se exprese libremente.

Resumen ejecutivo: Esto no forma parte de los papeles de Salamanca ni del Archivo de la Corona de Aragón. Es un puto blog y ya está. No me toquéis más los huevos. Gracias.

No hay comentarios: