El justiciero enmascarado
Debo de estar mutando, sino no lo entiendo. Me da miedo incluso mirarme en el espejo por que estoy seguro de que encontraría una mancha negra alrededor de los ojos, una especie de antifaz. Y es que últimamente me he convertido en un héroe para algunas personas. Yo un héroe, increíble.
Cuando dije que me piraba de la empresa empecé a escuchar comentarios del tipo “se lo merecen”, “como te envidio”, “les has jodido bien”o “les has dado su merecido”. Todos los empleados descontentos con la empresa vinieron a felicitarme por, según ellos, haber dado por el culo a la compañía. Lo curioso del tema es que en realidad no ha sido así. Ellos me echaron ofreciéndome dos meses para estar por allí hasta que encontrasen un director de marketing o me ofrecieran otro curro, que es lo que ha pasado. Vaya, que ha sido una cosa totalmente natural. Tal como les dije a los empleados, mi experiencia en esa empresa no ha sido un camino de rosas, pero creo que en resumen ha sido positiva. No me quejo del trato recibido, aunque si de algunas cosas específicas. Vaya, que mi pretensión no era dar por ningún sitio a nadie.
Lo mejor ha sido cuando hoy, mi primer día libre, he recibido las llamadas de dos exemplados. A ellos (uno fue mi jefe) les despidieron el mismo día que a mí, pero sin ofrecerles quedarse hasta poder substituirlos. Estos si que han rajao de sus antiguos colegas y de la empresa. No ha servido de nada que yo les contase lo que había pasado, para ellos era un héroe por haberme ido y por dejarles en pelotas sin nadie de marketing (ya ves, como si esto fuera tan grave).
Pues vale, lo que vosotros digáis, pero al que me pise la capa le pego una colleja.
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