17/5/04

El evento del año (II): Lo acontecido
A las 10 de la mañana ya estaba yo con el coche camino del merendero para reservar la mesa y, efectivamente, tal y como nos advirtieron ya casi no quedaban mesas a esa hora. Estuvimos allí haciendo tiempo 3 personas hasta que a las 12 empezó a llegar la gente. Unos llegaron, y otros se fueron. Este último es el caso del anfitrión, que paradojicamente estuvo desaparecido casi media comida, no realizó ningún tipo de presentaciones, y se pasó el día entre la carnicería y su casa debido a la falta de previsión y a la nula capacidad organizativa.
Mientras el pobre quemaba gasolina a litros nosotros nos dedicamos a sucarrimar la carne y escuchar los gritos de “Yosua, a comer!”, “Yesica, deja la pelota de una vez”, entre otros. Hablamos bastante, reímos y comimos. Estuvo bien. Casi 20 personas, mitad y mitad para un primer contacto sin muchas esperanzas.
Después desmontamos la paradita y quedamos para ver la rua brasileña en Barcelona. No nos encontramos y, tras una hora en la que vimos desvanecer nuestras esperanzas entre camisetas amarillas, decidimos marchar a casita con la cabeza agachada. Mis dos acompañantes estaban bastante abatidos, yo tardé un poco más en sumirme en la melancolía que me llevó a unos pensamientos reservados para mañana.

No hay comentarios: