Un perro, dos perros, tres perros
El sábado pasaron bastantes cosas dignas de ser posteadas. Alguna de ellas caerá durante la semana, eso seguro, pero hoy no. Hoy no tengo el cuerpo para nada. Me he pasado todo el día del sofá a la cocina sin hacer absolutamente nada. Ni he escrito el cuento que me rondaba por la cabeza, ni he tocado la guitarra, ni nada de nada. Sólo tele en dosis estratosféricas. Incluso la partida de Risk que ha estado a punto de surgir se ha desvanecido sin apenas notificación. En fin, que esta vez he cumplido con la tradición y he hecho lo que se supone que hay que hacer los domingos, o sea, nada.