Virtudes de mi empresa
Vale, como de virtudes tiene pocas y reduciríamos el post a una línea, mejor hablamos de sus defectos; y aviso que tampoco los mencionaré todos, me centraré en uno, que en Internet no hay lugar suficiente para la lista completa.
Algo que no soporto ni puedo entender es la total falta de un sistema de comunicación interno. Hay unos flujos de comunicación clarísimos y fácilmente reconocibles, pero solo cuando hablamos de rumores, de nada oficial. Y la queja no va dirigida a la cúpula directiva, o no en su totalidad, sino que este defecto se extiende a todas las esferas de la compañía.
Ejemplos aberrantes (y rápidos de contar):
Recursos humanos monta un curso para dar unos mínimos conocimientos técnicos al personal. Se apunta al 5% de la plantilla y se les avisa el día antes. Al resto ni se les pregunta.
Dos días a la semana se da una hora de inglés. De los 150 empleados de las oficinas, solo asisten 7, y eso el día que no falla nadie. El motivo, pues que nadie ha comunicado la existencia de esto.
Este comportamiento celoso con la información, del que dan buena muestra desde el director general a la puta secretaria, creo yo que se debe a dos motivos. El primero es que nadie con poder ha puesto las bases de un sistema de comunicación sólido. Ni lo ha creado ni ha dado ejemplo del mismo. El segundo es que los empleados no tienen el sentimiento de pertenecer a un todo, sino a su todo, que lo forman los amiguetes. Esto significa que “cuando me entero de algo se lo cuento a mis allegados, y al resto que les den mucho por el saco”. En el fondo todo se reduce a lo mismo, a la falta de profesionalidad típica de la empresa familiar.
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