No es tan difícil
De mi antiguo jefe aprendí una cosa que considero de vital importancia: la previsión. Aunque en su caso rozaba la patología, si que es cierto que la previsión es la clave para que la mayoría de cosas que solemos hacer en marketing salgan bien. De hecho, me imagino que es un punto importante en cualquier actividad laboral, pero en la organización de eventos de RRPP se convierte en la columna vertebral por la cantidad de proveedores que intervienen.
Es de lógica: Si preparas las cosas con tiempo siempre puedes corregir, añadir o eliminar elementos ya que dispones de margen de actuación. Y claro, te salvas del estrés que supone organizar algo en el último minuto.
En resumen: Si preparas las cosas con tiempo, estas saldrán bien. Si lo haces a última hora simplemente “saldrán” (hasta el día que no salgan), te habrás dejado muchas horas personales y parte de tu salud.
Pero ay compañero, cuando a tu jefe le gusta trabajar al “last minute” entonces tienes un problema. Todo el mundo bailará a su son, quieran o no, como el perro del hortelano que ni come ni deja comer. Vete acostumbrando a que las cosas simplemente “saldrán”, te irás a casa a las mil, tendrás que tragar con un resultado no tan bueno como te gustaría y encima recibirás críticas del resto del mundo.
Da gusto, hay que ver que bonita es la vida laboral.
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