9/3/06

Malos aires
El tema de los aires acondicionados, climatizadores, o como diablos quiera llamarlo la gente de marketing (lo peor) es algo delicado. Mucho más profundo de lo que podría parecer a primera vista. Y pensar que trabajé para una compañía que vendía, y vende, estos productos así, a la ligera, sin reflexionar sobre los problemas que generan en los edificios de oficinas.
Por que, verdad que a nadie en su sano juicio (con esto elimino a los de USA) se le ocurriría poner una arma en las manos de un niño? Pues por qué dejamos el control del equipo de climatización en manos de cualquier persona de la oficina? No, en serio, pensad sobre el tema y veréis que es un error garrafal. El genero humano es egoísta, rencoroso y, en definitiva, mala persona, así que de tener el poder para controlar la temperatura lo utilizará para procurar el mal ajeno. Si es que no falla. A veces lo hará de forma consciente y otras inconsciente, pero el resultado siempre es el mismo.
Un ejemplo producido hoy mismo en la oficina. Llega una compañera acalorada de los 3 minutos que hay del tren hasta la oficina (una caminata que no veas), con chaqueta y cuello alto, y lo primero que hace es bajar la temperatura del aire con un "no habéis visto que calor hace aquí?". Le ha importado la opinión del resto? no. Se ha parado a pensar que estaba acalorada por que iba muy tapada? no. Ha caído en que la sensación de calor o frío es subjetiva? no.
Este es un problema mayor del que la gente cree, y no se solucionará hasta que se inventen las pastillas para regular la temperatura corporal, que va para largo. Así que solo veo una solución: que me den el control a mí!

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